Si hubiese una manera breve de describir la historia de Grand Seiko, ésta quedaría bien definida como la incesante suma de dedicados esfuerzos y los más notables avances técnicos, para crear los relojes cada vez más prácticos, bellos y precisos.
Desde los primeros relojes creados en 1960 en la manufactura Suwa Seikosha, quedaron bien definidos el anhelo de éxito y el entusiasmo por innovar. El concepto que inspiró a los diseñadores e ingenieros durante el desarrollo de Grand Seiko —y desde entonces— fue que debía ser el reloj «perfecto», con estándares de precisión, durabilidad y belleza superiores.
Como la perfección es inalcanzable, esto ha impulsado a los relojeros de Grand Seiko a recorrer un camino lleno de innovaciones envueltas en la más depurada estética inspirada en la naturaleza. El resultado ha derivado en creaciones que elevan el arte horológico y lo han llevado a niveles inéditos que coquetean con la perfección.
Los logros que ha alcanzado Grand Seiko nos confirman la maestría única de la casa, vitalizada por la riqueza de sus inspirados orígenes, impregnados por la naturaleza de sus entornos y de la mencionada búsqueda de la perfección. Como hemos repasado en historias previas, Grand Seiko es belleza y técnica en armonía.
Los pilares de Grand Seiko
Desde su origen, las creaciones de Grand Seiko se han inspirado en tres pilares: Takumi —correspondiente a la parte creativa—, tradición y naturaleza. En conjunto, manifiestan la idea de estar «vivo en el tiempo», es decir, de continuar una evolución y desarrollo constante en paralelo con la carrera humana. En este sentido, es este concepto de mejora continua el que rige el rumbo de la humanidad y de todas sus creaciones. En el ámbito de la relojería de Grand Seiko, el concepto «Alive in Time» se centra en esos tres pilares, teniendo como resultado la definición de un legado y el establecimiento de credenciales como relojero serio y de gran importancia.
Un cuarto pilar —una suerte de «cuarto elemento»— se expresa con claridad en cada reloj de Grand Seiko y acompaña de forma palpable, aunque sutil, a los pilares takumi, tradición y naturaleza. Hablamos de la modernidad.
La modernidad se ha convertido en un atributo inconfundible y fundamental en la relojería de Grand Seiko y sirve como elemento aglutinante para los otros tres pilares, llevándolos hacia una dirección donde se revela la evolución de la marca y su incesante reto por mejorar y mantener vitalidad a lo largo del tiempo.
«Takumi»
Un «takumi» es un artesano japonés que dedica su vida entera al dominio pleno de su quehacer. Para ello, opera con absoluto respeto por su arte, dedicando numerosas horas a sus labores para perfeccionar su técnica, envueltos en una ética de trabajo estricta que siempre está en constante mejora. Su labor se hace realidad gracias a la confianza que existe entre los profesionales que hacen realidad sus conceptos. El objetivo de su labor es que los ideales de Grand Seiko de precisión, legibilidad y belleza aspiren a un nuevo nivel de perfección.
Por medio de una técnica depurada, precedida de una profunda etapa de investigación y desarrollo, el reloj debe exhibir tecnología y funcionalidad. El resultado final debe ser inmediatamente visible y reconocible, pero siempre mostrando su valor a los individuos con una percepción más avanzada e independiente. Con un toque de modernidad de por medio, el takumi conjuga la más fina tecnología para asegurar sistemáticamente los más altos estándares de calidad con la mejor y más fina decoración.
El espíritu de takumi es ir más allá de la búsqueda y del dominio del oficio y se manifiesta en cada reloj de Grand Seiko, desde el primero, presentado en 1960, hasta el Shirakaba y Suwa Lake. El concepto de takumi vive en cada reloj, practicado y perfeccionado como la manera en la cual los artesanos vierten sus almas y corazones y sus propias vidas enteras en cada detalle del proceso. El resultado es una horología elevada, un arte de precisión pionera, de legibilidad, durabilidad y belleza que aspiran a la perfección.
Tradición
Desde sus comienzos en 1960, los relojes de Grand Seiko se han construido bajo el mismo esquema organizacional, sentando las bases para una continuidad enriquecida con evolución, aprendizaje y mejora constante. Nada como la evolución y optimización de los movimientos de Seiko para contar la historia.
El primer reloj Grand Seiko nació en 1960 en la manufactura Suwa Seikosha (hoy Seiko Epson), en Nagano. Allí dio inicio una carrera hacia la máxima calidad y precisión que ha visto numerosos hitos en la joven historia de la marca. En 1964 surgió el gran segundo paso de Grand Seiko, en la forma del Self Dater, un reloj con calendario y una hermeticidad mejorada hasta 50 metros.
Estos primeros logros sentaron los cimientos de la transformación de la marca, ocurrida esa misma década. Fue el histórico 44GS, de 1967, el reloj que estableció la filosofía de diseño de Grand Seiko que persiste hoy, perfeccionada, en la gama Evolution 9 que da vida a la nueva generación de relojes, como el SLGH005 Shirakaba y el SLGA021 Suwa Lake.
El 44GS también fue el punto de partida para el desarrollo rápido de los relojes mecánicos de Grand Seiko con el arribo de piezas como el 62GS en 1967, el primer reloj automático de la casa, y los relojes de alta frecuencia 61GS (automático, de 1967) y 45GS (cuerda manual, de 1968). A manera de confirmación de esa intensa labor perfeccionista, Grand Seiko logró importantes resultados en los concursos de cronometría celebrados por los observatorios de Ginebra y Neuchâtel.
Todos esos grandes saltos en la evolución del reloj de pulsera continuaron estableciendo hitos que culminaron con el debut del calibre Spring Drive en 2004. De esta forma, los avances tecnológicos y la constante innovación han desembocado el la creación de nuevas y mejores mecánicas de Grand Seiko, como el calibre Hi-Beat 9SA5 que equipa el Shirakaba o el 9RA2 Spring Drive del Suwa Lake.
Naturaleza
Al revisar los temas que han inspirado a Grand Seiko, lo que viene de inmediato a la mente es la naturaleza, una parte esencial e inherente de la firma.
Grand Seiko se inspira en el rico y bello entorno que lo rodea, y este escenario se refleja en cada una de sus actividades. Así, cada marcatiempos responde a esta filosofía. Relojes como Shirakaba basan su diseño en los bosques de abedul que se yerguen en torno al estudio de la casa en Shizukuishi; Autumn (SBGH269) captura el aspecto rojizo de las hojas otoñales que cubren el suelo; Yukigesho (SBGJ271) alude a la nieve que se acumula en los árboles; y las piezas de 24 Sekki evocan las 24 temporadas japonesas.
Esas ideas no pueden alcanzar su cenit artístico sin el denodado trabajo de los artesanos relojeros encargados de la creación de las esferas de cada reloj, cuyas texturas y colores evocan las estaciones del año y los momentos y lugares que motivan a los relojeros de la casa a crear arte horológico para la posteridad.
Modernidad
El nuevo concepto que aglutina takumi, tradición y naturaleza se explica por sí solo. Es mostrar el conjunto de elementos y manifestar la manera en la que han promovido la evolución de los relojes desde el nacimiento de Grand Seiko en 1960.
Grand Seiko tiene una gran apreciación por la cultura y entorno natural, de la mano de las necesidades y propósitos de cada uno de sus clientes. Por ello, siempre está buscando la forma para ofrecerles un instrumento pero que los inspire a vivir y disfrutar más en el tiempo.
Para ello, la conjunción de takumi, tradición, naturaleza y modernidad es el principio rector bajo el cual operan todas las manufacturas de Grand Seiko y trabajan los diseñadores y relojeros en su exploración por realizar un reloj preciso, durable y hermoso. En suma, crear el «reloj perfecto».
Evolution 9: Diseño atemporal
La colección Evolution 9 traza la ruta para el diseño de los relojes Grand Seiko y responde con creces al afán de la casa por mantener su presencia a lo largo del tiempo. Le habla a la próxima generación con sus líneas asertivas, su notoriedad y su apacible resplandor basados en sus profundas raíces tradicionales y en la cultura de Japón.
Su herencia y pedigrí son claros a simple vista. Es fiel en todos los sentidos a los principios del Grand Seiko Style definidos en 1967 con el célebre 44GS y traducidos de nuevo para las próximas décadas. Los atributos distintivos de Grand Seiko de precisión, legibilidad y belleza son evidentes en cada detalle; además, hay poder y profundidad tanto en la forma de la caja como en el aspecto de la esfera. El diseño de esta colección emana fuerza y su presencia es poderosa, aunque sigue siendo discreto y sobrio. Las dos referencias que acompañan este relato manifiestan esa vitalidad sempiterna que define a Grand Seiko.
Evolution 9 Hi-Beat 36000 Shirakaba (SLGH005G)
La colección Evolution 9 de Grand Seiko alberga uno de los relojes más importantes y más bellos de los últimos tiempos. Conocido en todo el mundo por el mote que describe el origen de su carátula, el Evolution 9 Hi-Beat 36000 Shirakaba o White Birch (abedul blanco) es un prodigio de relojería de avanzada, enfocada en la belleza y la más elevada precisión.
La decoración de Shirakaba captura el dinamismo estético pero tranquilizador de los bosques de abedul blanco cercanos al estudio de Shizukuishi, donde se fabrican los relojes mecánicos de Grand Seiko. La fascinante y delicada carátula es una ventana que se asoma hacia bosques de la prefectura de Iwate y nos permite acercarnos al entorno y naturaleza que inspira las más grandes obras de Grand Seiko. Es inspiración pura.
En la parte superior de la esfera, el reloj lleva índices aplicados facetados y biselados, así como unas manecillas rediseñadas que siguen presentando una ejecución refinada: pulidas a espejo y facetadas. El segundero central es azulado para mejorar el contraste.
La caja de 40 mm de Shirakaba está elaborada en acero y terminada con el minucioso acabado Zaratsu, que combina superficies finamente pulidas y cepilladas. El Shirakaba es una de las primeras expresiones de Evolution 9 y del Estilo Grand Seiko de hoy. El terminado Zaratsu confiere al reloj un brillo natural y relajado. La caja tiene asas anchas y un centro de gravedad bajo que garantiza que el reloj se pose confortablemente y con seguridad sobre la muñeca.
Tanta belleza sólo puede acompañarse de uno de los movimientos automáticos de alta frecuencia más avanzados del mundo. Este reloj está impulsado por el calibre 9SA5, que ofrece una reserva de marcha de 80 horas gracias a su mayor eficiencia y gran precisión cronométrica, con una exactitud de -3/+5 segundos por día. El avanzado movimiento es un nuevo capítulo de modernidad que manifiesta la búsqueda de Grand Seiko por el máximo desempeño. El 9SA5 de 5 hercios (36,000 alternancias por hora) presenta un desarrollo sin precedentes, el sistema Dual Impulse, una geometría totalmente nueva para el escape que difiere de la utilizada en el escape de áncora clásico. El concepto principal del Dual Impulse es que las funciones de bloqueo e impulso están disociadas. Gracias a ello, con fricción en una sola dirección, el escape es más eficiente (menos fricción significa menos energía necesaria) y más resistente al desgaste. El escape tiene un nuevo volante de espiral libre que es más resistente a los golpes y a la fricción y conserva su precisión durante más tiempo.
El Grand Seiko SLGH005 Shirakaba es parte de la colección permanente (no limitada) y está disponible en las boutiques Grand Seiko y tiendas seleccionadas de todo el mundo.
Evolution 9 Spring Drive 5 Days Lake Suwa Before Dawn (SLGA021)
Al sureste del Estudio Relojero Shinshu, donde se fabrican los relojes Spring Drive, se encuentra el lago Suwa, una fuente de inspiración constante para los maestros relojeros de Grand Seiko. Como otra muestra de este refinado saber-hacer, siempre en evolución, tenemos la exquisita carátula del Spring Drive SLGA021, que evoca la superficie de esta misma masa de agua. El estilo de este reloj sigue de cerca los pasos del modelo Spring Drive SLGA007, de 2021, una edición limitada que ofrece un diseño casi idéntico lanzado en 2021 para celebrar los 140 años de Seiko.
Bajo una minuciosa mirada a la esfera, es inevitable ver las olas desplazándose suavemente sobre el lago barrido por el viento en la quietud previa al amanecer. Y como un viento ligero que sopla sobre agua por lo demás tranquila, el color azul oscuro se manifiesta de manera diferente dependiendo del ángulo de la luz que capta. Es una carátula viva, pero apacible, que bien evoca las intenciones —y sentimientos— detrás del concepto takumi.
El reloj de 40 milímetros de diámetro de caja y construido en acero está impulsado por el movimiento 9RA2 Spring Drive 5 Days, ensamblado en el estudio de Shinshu y diseñado para funcionar aproximadamente 120 horas con la cuerda completa. Como el agua que fluye, el segundero se mueve con el ritmo apacible y natural del propio tiempo gracias al movimiento Spring Drive que se encuentra debajo de la carátula. El calibre 9RA2 es una evolución más esbelta del movimiento 9RA5, presentado en 2020. Vale la pena recordar brevemente el alarade técnico que es el concepto Spring Drive.
Los movimientos Spring Drive consisten esencialmente en un tren de engranajes clásico, pero el volante en éstos se sustituye por una «rueda de deslizamiento» que actúa como la cuarta rueda fija del movimiento y acciona el segundero. La regulación del tren de engranajes se mantiene mediante un electroimán, que frena el movimiento de la rueda para mantenerlo constante. El sistema realiza 256 frenados por segundo, controlados por un electroimán. El sistema de cuerda de los movimientos es bidireccional y se controla mediante una palanca desarrollada por Seiko en 1959. Dos barriletes de tamaños diferentes proporcionan energía al calibre y funcionan en serie para entregar un torque muy uniforme a lo largo de la reserva de marcha del movimiento.
