Récital 20 Astérium: galaxia de maravillas en un solo reloj

El asombroso Récital 20 Astérium de Bovet 1822 es una creación que redefine nuestra comprensión de la relojería astronómica.

El Récital 20 Astérium es una creación horológica que nos permite recordar nuestro lugar en el cosmos. Un par de párrafos apenas permite una breve explicación de esta obra, así que sea indulgente conmigo en este repaso preliminar del Astérium. 

Primero, un antecedente: en 2016, Bovet presentó el Récital 18 Shooting Star con su genial despliegue horario. Récital 20 Astérium continúa esa originalidad en la manera de presentar el tiempo y sus componentes celestiales. Todo comienza con la peculiar caja con forma de cuña que se eleva desde el frente para abrir espacio y volumen al gran despliegue y decoración del calibre.

Los Récital 18 y 20 son parte de una saga cronométrica y astronómica que cuenta dos partes de una historia: el Shooting Star ofrecía una vista de la Tierra desde el cielo; ahora, el Récital 20 Astérium devuelve el favor con una mirada hacia las estrellas con los pies puestos sobre el suelo.

El tiempo siempre ha sido definido por la posición y movimiento de los cuerpos celestiales. Por ello, no es casualidad que un cielo nocturno sea la base para el Astérium que lo ejecuta de una manera fácil de interpretar. Una bóveda celeste (vista desde el hemisferio norte o sur, según se desee, aproximadamente a los 45 grados de latitud) queda plasmada en un domo traslúcido de zafiro, que ha sido grabado a láser y pintado con Super-Luminova para dar vida a las estrellas, colocadas de manera astronómicamente correcta.

Récital 20 Astérium

Este pequeño cielo es alimentado por un sistema mecánico que calcula el paso del tiempo de acuerdo al calendario sideral de 365.25 días. En el dorso del reloj, un despliegue para el calendario anual que incluye estaciones, solsticios, equinoccios y signos zodiacales sirve como referencia para realizar los ajustes al reloj.

Notablemente, todos los ajustes del Récital 20 Astérium se realizan por medio de la corona, de manera intuitiva y sin pulsadores correctores habituales en los calendarios perpetuos.

En el frente de la pieza, flanqueando el mapa estelar, encontramos más información: fase lunar y ecuación del tiempo en el indicador siniestro, y reserva de marcha y minutos de retrógrados en el diestro. En la posición de las seis, un tourbillon de un minuto (y dos vistas) marca los segundos y redondea la romántica y asombrosamente científica  ejecución. Arte y ciencia fundidos en una sola historia.

Récital 20 Astérium

El peculiar indicador de 24 horas se posa en el despliegue a las 12 en punto, pero lleva a cabo tres funciones: marca la hora, señala hacia el norte para facilitar la lectura de mapas y presenta la ventana elíptica característica para interpretar el cielo nocturno.

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Un solo barrilete se encarga de dar vida al Récital 20 Astérium, cuyo órgano regulador bate a 2.5 herzios y hasta por 10 días. Parece mucho, si consideramos todas las “funciones” del reloj. Empero, recuerde que todas las indicaciones están basadas en la medición básica del tiempo y que no hay funciones secundarias que exijan de energía adicional. Todo se limita a la danza del complejo tren de engranajes que hace posible la danza de todos los indicadores y manecillas.

Bovet 1822 anunció que solo realizaría 60 calibres del Astérium, incluyendo las piezas únicas solicitadas por los clientes. El número no es azaroso: 60 conlleva una serie de interpretaciones científicas que han sido descubiertas a lo largo de la vida.

Disponible en oro blanco o rosa o en platino, el magnífico Récital 20 Astérium nos permite dar un sencillo vistazo al inconmesurable balet cósmico.