La popularidad y poder de atracción de los grandes eventos deportivos y culturales es la más simple expresión de admiración y respeto. A nadie debe sorprender que los sucesos más importantes en el orbe son actividades que se celebran desde hace mucho tiempo, en línea con el crecimiento de la humanidad, particularmente en los últimos cien años.
La evolución de la tecnología y la expansión de los gustos y necesidades de la sociedad la orillaron a buscar nuevas formas de aprendizaje y disfrute, todas ellas reflejo de la sociedad en cada época. Y, sin discusión, el automóvil, en su historia centenaria, es el máximo protagonista del entretenimiento más avanzado y fascinante que existe.
El deporte motor está grabado en el alma de Rolex. Impulsada por la pasión por el rendimiento y la precisión, la marca colabora con las principales competiciones como Formula 1®, así como con otros eventos clásicos y las carreras de resistencia más emblemáticas. Casi han transcurrido cien años desde que Rolex incursionó en el automovilismo con Sir Malcolm Campbell, indiscutido campeón de la velocidad en la década de 1930 y un pionero de la búsqueda por ir cada vez más rápido. Durante sus grandes hazañas, Campbell vistió un Rolex en su muñeca.
Hoy celebramos los cien años de las 24 Horas de Mans, uno de los más grandes episodios del vínculo entre Rolex y la velocidad. El afán perfeccionista del fundador de la casa, Hans Wilsdorf, embona perfectamente con la eterna búsqueda de la máxima calidad y precisión para la medición de la velocidad, esa inefable relación entre la distancia recorrida y el tiempo transcurrido que es la meta que todos los pilotos quieren conquistar.
Así, este 2023, celebraremos 100 años de las 24 Horas de Le Mans, la carrera de resistencia más importante del mundo y, sin discusión, una de las carreras automovilísticas más importantes. El fin de semana del 10 y 11 de junio marcará un hito más en la historia del automovilismo deportivo que nadie se puede perder.
Un vistazo centenario
Las 24 Horas de Le Mans, la carrera emblemática del Campeonato Mundial de Resistencia FIA WEC, es una de las pruebas automovilísticas más antiguas del mundo. El clásico francés de resistencia es el campo de pruebas ideal para multitud de desarrollos tecnológicos. Cada año, la carrera atrae a pilotos y equipos de todo el mundo y está decididamente orientada al futuro. Y lo que es más importante: desde sus comienzos, no se trató solamente de lograr tener y conducir el auto el más rápido del momento, sino también de procurar el desarrollo de nuevas tecnologías que, al tiempo, han encontrado cabida en nuestros coches de calle.
La justa, marcada por la deportividad, la innovación y el rendimiento, ha narrado, desde 1923, un capítulo heroico de la historia del automóvil. Bentley, Alfa Romeo y Bugatti antes de la Segunda Guerra Mundial; luego siguieron Ferrari, Jaguar, Ford, Porsche, Matra, Peugeot y Audi; y ahora, Toyota. Los más grandes fabricantes de automóviles han inscrito su nombre en el palmarés de los ganadores en varias ocasiones, agotando todos los recursos para asegurarse períodos de dominio. Así han forjado la increíble reputación de las 24 Horas de Le Mans, un evento que les ha devuelto con creces su renombre.
Las 24 Horas de Le Mans fueron creadas por el Automobile Club de l’Ouest (ACO), una organización automovilística fundada en 1906. La primera carrera se celebró los días 26 y 27 de mayo de 1923 en un circuito cercano a Le Mans. La competición se concibió para impulsar y promover la innovación y fomentar el desarrollo de la industria. Desde el neumático radial hasta la aparición del motor híbrido, las 24 Horas de Le Mans han atestiguado el nacimiento de una innovación tras otra. Ahora, el ACO se ha fijado un nuevo reto: la Misión H24, con el objetivo de presentar un coche propulsado por hidrógeno en la carrera de 2024.
Desde luego que la historia de 100 años de las 24 Horas de Le Mans está contundentemente determinada por su sede: el circuito de la Sarthe, trazado de alta velocidad semipermanente ubicado en la localidad de Le Mans.
El circuito de las 24 Horas de Le Mans tiene una característica distintiva y es que algunos tramos están formados por carreteras públicas. Actualmente tiene 13.626 km de longitud, pero se ha modificado varias veces a lo largo de los años para maximizar la seguridad de los competidores. Desde la recta de «boxes» hasta la chicana Dunlop, las eses del bosque, la recta de Mulsanne y la chicana Ford, el circuito de las 24 Horas de Le Mans está diseñado para la velocidad y la acción espectacular. El aforo del estadio de carreras, donde se encuentra el circuito Bugatti, es de 100,000 espectadores, con una capacidad de casi 250 mil en total (las localidades para la edición 2023 se agotaron hace varios meses).
Hay que ver y estar en la carrera para comenzar entender la magnitud que es el reto de correr un mismo automóvil por 24 horas seguidas. El desgaste es dramático y equivalente tanto para los vehículos como para las tripulaciones. Que nos sirva de ejemplo el ganador de las 24 Horas de Le Mans en 2022: el hypercar Nº 8 del equipo Toyota Gazoo Racing, conducido por Sébastien Buemi, Ryō Hirakawa y Brendon Hartley, quienes completaron 380 vueltas, liderando 274 de ellas. ¡Eso equivale a 5,177 kilómetros! En un día, corriendo a máxima velocidad —alrededor de 320 km/h— el 80 por ciento del tiempo. Por eso, y en verdad, las 24 Horas de Le Mans son el más fiel reflejo de la evolución del automóvil y un emocional espejo de la tenacidad del ser humano.
Rolex en Le Mans
Las 24 Horas de Le Mans están impregnadas de tradición, pero no detienen su persecución por la innovación. Las condiciones extremas del circuito de La Sarthe hacen que las soluciones fiables se encuentren más rápidamente y la epopeya de resistencia ha demostrado ser el campo de pruebas ideal para las tecnologías del futuro. En 2022, por primera vez en los 99 años de historia de la carrera, se introdujo un combustible 100% renovable y, como mencionamos, está próximo el debut de un prototipo eléctrico de hidrógeno para la carrera de 2024.
Como Reloj Oficial de las 24 Horas de Le Mans desde 2001, y más recientemente del Campeonato del Mundo de Resistencia de la FIA (WEC), Rolex continúa impulsando la búsqueda de la excelencia.
Como de costumbre, tras la conclusión de la carrera de 2022, los pilotos ganadores subieron al podio para recibir el trofeo de las 24 Horas de Le Mans y un Oyster Perpetual Cosmograph Daytona con un grabado especial, en reconocimiento a su triunfo y desempeño excepcional.
De estos atributos indispensables en deportistas triunfadores algo sabe el Testimonial de Rolex Tom Kristensen, el único piloto que ha ganado nueve veces las 24 Horas de Le Mans. Kristensen, quien asumirá el rol de embajador para los festejos del centenario, nos comenta: «Las 24 Horas de Le Mans son una carrera legendaria; la historia es mítica y cobra vida gracias a las extraordinarias leyendas a lo largo de casi cien años de carreras. En 2023, todos los fabricantes querrán volver, así que veremos a muchos equipos y pilotos nuevos participar, lo que demuestra lo importante y relevante que siempre ha sido Le Mans. Asistir como parte de la familia Rolex me dará la oportunidad de echar la vista atrás en mi carrera y recordar mi amor por este deporte».
Por lo especial que será la edición 91a de las 24 Horas de Le Mans que celebran la justa comenzada en 1923, la organización dispuso la creación de un trofeo especial. El Automobile Club de l’Ouest se ha asociado con la Monnaie de Paris para conmemorar este momento trascendental. La Monnaie de Paris es la institución más antigua de Francia y ha creado un trofeo único que se entregará a los ganadores de las 24 Horas de Le Mans de 2023.
La prestigiosa pieza, elaborada en bronce, de más de un metro y medio de altura y que debutó en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach 2022 (de la cual Rolex también es socio), promocionará la emblemática carrera exhibiéndose en lugares de todo el mundo en anticipación a las jubilosas 24 Horas de Le Mans de 2023.
