En la historia de la relojería, las palabras «Oyster Perpetual» resuenan con la misma fuerza y prestigio que el nombre con el que se asocian: Rolex. Ambas aluden a las dos características esenciales de todo Rolex: su caja Oyster patentada, con una hermeticidad de 100 metros como mínimo, y los calibres automáticos Perpetual, ambos probados por sus usuarios y por la naturaleza misma, tal y como Hans Wilsdorf, fundador de Rolex, vislumbró.
Hace unos meses, le reseñamos la gama de relojes Profesionales de Rolex, encabezados por la nueva referencia del GMT-Master II con corona al lado izquierdo y bisel Cerachrom con inserto cerámico en verde y negro. Pero a estos marcatiempos de diseño robusto y confiabilidad superior, les acompañaron otras novedades que representan los valores que han hecho de Rolex la marca más respetada en el mundo. Específicamente, nos referimos a las nuevas modalidades de los míticos Oyster Perpetual Datejust y Day-Date, ambas pertenecientes a la colección de relojes Clásicos de Rolex.
Los relojes Oyster Perpetual Profesionales y Clásicos de Rolex son proverbiales caras de una misma moneda pues, independientemente de sus diseños y consideraciones estéticas, están impregnados del legado tecnológico que define la marca, sólo diferenciados por los rasgos y variaciones estéticas que satisfacen los gustos de los coleccionistas.
La colección Oyster Perpetual de Rolex se basa en el legado del Oyster original, lanzado en 1926. Su importancia en la relojería —no solo en la de Rolex, sino en la de todo el mundo—‚ no puede ser soslayada. Aquel Oyster de 1926 fue el primer reloj de pulso resistente al agua en el mundo gracias a su caja hermética, patentada ese mismo año. La posibilidad de proteger los movimientos mecánicos de los elementos del exterior fue definitoria en el desarrollo del reloj moderno. A lo largo de los años, Rolex añadió muchas otras innovaciones a sus relojes, donde debemos destacar el sistema de cuerda automática mediante el rotor Perpetual, patentado en 1931. Estos dos desarrollos forjaron la reputación de excelencia de Rolex y se convirtieron en el objetivo de muchas otras marcas, en sus respectivas búsquedas por impulsar sus relojerías. Es correcto y apropiado afirmar que el Oyster Perpetual es el precursor de la relojería moderna.
CUATRO GRANDES CARACTERÍSTICAS ROLEX
Como explicamos, «Oyster» (alta hermeticidad) y «Perpetual» (calibres automáticos) resumen con suficiencia el concepto general de la relojería de Rolex. Sin embargo, todos los marcatiempos Oyster Perpetual también añaden otras otras dos características fundamentales. Entonces, son cuatro los conceptos que todos debemos conocer bien para entender un reloj Rolex en todas sus interpretaciones. A continuación, las detallamos.
HERMETICIDAD
En primer lugar, los relojes de la colección Oyster Perpetual se distinguen por su caja hermética. Patentada en 1926, la caja Oyster permitió la creación del primer reloj de pulso hermético del mundo gracias a un sistema que combinó un bisel atornillado, un fondo de caja y una corona de cuerda. Esta arquitectura aportó una solución definitiva a uno de los puntos débiles inherentes al reloj de pulsera, que siempre estará muy expuesto a los elementos del ambiente.
Hoy en día, la caja Oyster es resistente al agua hasta una profundidad mínima de 100 metros (típica de los relojes Clásicos, como el Datejust y el Day-Date), y a 300 metros para el Submariner y el Submariner Date, con referencias excepcionales, como el Sea-Dweller y el Deepsea que llevan esas cifras a profundidades literal y figurativamente apabullantes (1,200 y 3,900 metros, respectivamente).
Las cajas están fabricadas con un bloque de acero Oystersteel especialmente resistente a la corrosión, oro de 18 quilates en diversas modalidades o platino 950. El fondo de la caja, con su fino acanalado, se atornilla herméticamente con una herramienta especial que sólo permite a los relojeros certificados de Rolex acceder al movimiento. La corona se atornilla contra la caja y, dependiendo del modelo, emplea el sistema Twinlock de doble estanqueidad, o Triplock, con un sistema de triple protección que se utiliza especialmente en los relojes de buceo. Asimismo, la caja Oyster proporciona al movimiento una protección óptima contra el agua, el polvo, la presión y los golpes.
PRECISIÓN CRONOMÉTRICA
Los relojes Oyster Perpetual por supuesto que también resaltan por su elevada precisión. Cada movimiento se somete primero al Instituto Oficial Suizo de Cronometría (COSC) para su certificación oficial. Los movimientos exitosamente cualificados obtienen un certificado oficial de cronómetro. Después de encajar el movimiento, Rolex comprueba la precisión de cada reloj mediante una metodología exclusiva que simula el uso en la vida real. Los criterios de tolerancia de estas pruebas son mucho más estrictos que los de la certificación COSC en términos de precisión: la desviación de un reloj Rolex no debe superar -2/+2 segundos por día después de ser montado dentro de la caja, mientras que el COSC permite, sólo para el movimiento, -4/+6 segundos por día.
CUERDA AUTOMÁTICA
Todos los relojes de la colección Oyster Perpetual están equipados con un movimiento de cuerda automática con rotor Perpetual. Presentado en 1931, se basa en un principio que a la postre fue adoptado por la mayor parte de la industria relojera. El rotor Perpetual consiste en una masa oscilante en forma de media luna que gira sin restricción en ambas direcciones al menor movimiento de la muñeca. Gracias a su alta eficiencia, el rotor Perpetual garantiza que el muelle principal dentro del barrilete —la fuente de energía del reloj— se enrolle continuamente, proporcionando así un suministro de energía constante y estable.
CONFIABILIDAD
Todos los relojes Oyster Perpetual se han creado considerando un riguroso proceso que les permite funcionar con precisión y robustez a lo largo del tiempo y en cualquier circunstancia. Esta fiabilidad es la consecuencia de los minuciosos procesos técnicos de Rolex, así como de los estrictos controles y pruebas de fiabilidad impuestos a los componentes individuales del reloj.
LAS MIL CARAS DEL OYSTER, DE ROLEX
A principios de la década de 1949, los relojes Oyster Perpetual comenzaron a transformarse y diseminarse en diversas propuestas, con funciones adicionales, diseños diferenciados y propuestas continuamente mejoradas. La colección Oyster Perpetual hoy comprende 26 modelos organizados en 12 gamas. Como comentamos al comienzo, se ha desarrollado en torno a dos grandes mundos: relojes Clásicos y Profesionales.
El primer mundo incluye los relojes elegantes, como el Datejust y el Day-Date, lanzados en 1945 y 1956 respectivamente. Otro integrante de esta vertiente elegante es el súper sofisticado Sky-Dweller (nacido en 2012), con su exclusivo calibre de doble zona horaria y calendario anual —de nombre Saros— controlado desde su sistema Ring Command que se gestiona desde el bisel.
La segunda colección de Oyster Perpetual abarca los relojes Profesionales. Como le relatamos hace unos meses, esta categoría se inauguró en 1953 con el lanzamiento simultáneo del Explorer, un modelo destinado a las almas aventureras, y del Submariner, el primer reloj de pulsera para buceadores, hermético hasta 100 metros.
A lo largo de las décadas, estas dos categorías se han expandido, añadiendo numerosas referencias, cada una con su propia personalidad. Las colecciones se han ampliado para incorporar nuevas modalidades en muy diversos tamaños, donde destacan modelos como el Lady-Datejust —con su pequeño diámetro de 28 mm y disponible en incontables y muy bellas presentaciones que mantienen el rigor técnico de todos sus hermanos—; el altamente técnico Milgauss —con su movimiento protegido de los campos magnéticos, desarrollado para científicos e investigadores; y el legendario cronógrafo Cosmograph Daytona —inspirado y dedicado a las carreras—.
Pero en esta oportunidad, dedicamos este espacio a las nuevas referencias Oyster Perpetual del mundo de los relojes Clásicos de Rolex: el Datejust 31 con motivos florales en el dial y el Day-Date 40, elaborado en platino.
OYSTER PERPETUAL DATEJUST 31
El Oyster Perpetual Datejust es el arquetipo del reloj clásico de Rolex. En su lanzamiento, en 1945, fue el primer reloj cronómetro automático y resistente al agua que mostraba la fecha en una ventana situada a las 3 horas en la carátula. En su momento, el Datejust fue el compendio de todas las grandes innovaciones que la marca había aportado hasta entonces al reloj de pulso moderno: precisión cronométrica (los primeros certificados de cronómetro se concedieron a los relojes Rolex a partir de 1910); hermeticidad (con el debut de la caja Oyster en 1926); y cuerda automática (el rotor Perpetual patentado apareció en 1931).
El Datejust tiene un significado muy especial para Rolex, pues su lanzamiento en 1947 marcó un hito de gran simbolismo: cuando Rolex fabricó su cronómetro número 100,000 con certificación oficial, Hans Wilsdorf quiso que este reloj adornara la muñeca de una persona excepcional. Así, obsequió un Oyster Perpetual Datejust de oro de 18 quilates con bisel estriado, carátula blanca y brazalete Jubilee a Sir Winston Churchill, ya entonces ex Primer Ministro de Gran Bretaña. El político aceptó el regalo y se cuenta que siempre estuvo impresionado por el hecho de que ese reloj de pulso fuera impermeable y automático.
El Datejust fue el primer beneficiario de otro notable desarrollo de Rolex: el brazalete metálico Jubilee. Con su diseño de eslabones de cinco elementos, acompañó al reloj desde su lanzamiento en 1945. Más tarde, en 1953, surgió otro rasgo distintivo de la relojería de Rolex: la lente de aumento Cyclops que facilitaba la lectura de la fecha. Hacia 1956, apareció el cambio de fecha instantáneo. El ajuste rápido y conveniente de la fecha a través de la corona se introdujo en 1977 en los modelos del Datejust equipados con un calibre mediano o grande, y a partir de 1983, para los relojes con movimientos de menor tamaño.
El Datejust se ha mantenido sin mayores cambios desde su nacimiento. Hoy en día, está disponible en varios tamaños, que varían de los 28 mm del Lady-Datejust a los 41 mm, y en una selección de materiales diversos — Oystersteel, oro amarillo, blanco y Everose de 18 quilates— o en versiones Rolesor (que combinan Oystersteel y oro amarillo, blanco o Everose), todo ello con una gran variedad de carátulas, biseles y brazaletes.
Este 2022, Rolex presenta tres nuevas versiones del Oyster Perpetual Datejust 31 con simpáticas y bellas carátulas con motivos florales. El diseño consta de 24 flores que se distinguen entre sí por los acabados de las superficies, ya sea en forma de rayos de sol, mate o granulado. Cada una de las flores está iluminada desde dentro por un diamante engastado en el centro.
El dial con motivo floral es de color azul azzurro en el primer Datejust 31 nuevo, disponible en una versión Rolesor blanca (que combina acero Oystersteel y oro blanco) dotada de un bisel estriado. En el segundo reloj, fabricado en oro amarillo de 18 quilates, es de color verde oliva, y en el tercero, una versión Rolesor Everose (elaborado en Oystersteel y oro Everose), es de color plata. En el segundo y el tercer reloj, el bisel va engastado con 46 diamantes de talla brillante, y están equipados con un brazalete President y un brazalete Jubilee, respectivamente.
Las nuevas modalidades floridas del Datejust 31 están equipadas con el calibre 2236. La mecánica —lanzada en 2014 y usada en el Datejust 31 desde 2018— destaca por su carga tecnológica, que incluye varias patentes y ofrece un rendimiento estupendo en términos de precisión, reserva de marcha, resistencia a los golpes, comodidad y fiabilidad. El calibre 2236 está dotado de una espiral Syloxi fabricada por Rolex y patentada. Esta espiral de silicio tiene una geometría patentada que garantiza la regularidad del calibre en cualquier posición. El movimiento también contiene una rueda de escape paramagnética de níquel-fósforo. El oscilador está montado en los amortiguadores Paraflex de alto rendimiento, lo que aumenta la resistencia del movimiento a los golpes. El calibre 2236 con rotor Perpetual ofrece una reserva de marcha de 55 horas aproximadamente.
La caja Oyster de los nuevos Datejust en 31 mm es hermética hasta una profundidad de 100 metros y se acompaña de una corona de cuerda Twinlock, dotada de un sistema de doble estanqueidad.
De manera muy interesante, y dependiendo de la referencia, la familia completa de brazaletes de Rolex se manifiesta en el nuevo Datejust 31. La nueva versión Rolesor blanca (que combina acero Oystersteel y oro blanco) del Datejust 31, con esfera azul azzurro y motivo floral, está equipada con un brazalete Oyster. Desarrollado a finales de los años treinta, este brazalete de eslabones de tres piezas sigue siendo el más diseminado entre todos los relojes Oyster Perpetual, tanto Clásicos como Profesionales.
La versión de oro amarillo de 18 quilates con carátula verde oliva con motivos florales lleva un brazalete President. Creado especialmente para el Day-Date en 1956, el brazalete President de tres piezas, fabricado únicamente en oro de 18 quilates o platino 950, sigue estando reservado en exclusiva para el Day-Date y de metales preciosos del Datejust. Finalmente, el nuevo Datejust 31 en Rolesor Everose (que combina acero Oystersteel y oro Everose), con un dial plateado con motivos florales, está equipado con un brazalete Jubilee.
El brazalete Oyster de la versión blanca de Rolesor está equipado con un cierre Oyster plegable e incluye el eslabón de extensión de confort Easylink, desarrollado por Rolex, que permite al usuario ajustar fácilmente la longitud del brazalete en 5 mm aproximadamente. El brazalete President del reloj de oro amarillo de 18 quilates tiene un elegante cierre plegable oculto e inserciones de cerámica en el interior de los eslabones para mejorar su flexibilidad y longevidad. Este cierre también está presente en el brazalete Jubilee de la versión Everose Rolesor.
OYSTER PERPETUAL DAY-DATE 40
El Oyster Perpetual Day-Date es el reloj más prestigioso y exclusivo de la colección Oyster Perpetual. En su debut, en 1956, el Day-Date fue el primer reloj de pulso con calendario que indicaba, además de la fecha, el día de la semana completo en una ventana dentro del cuadrante, una idea inédita en su época.
Posiblemente, la característica que define e identifica al Day-Date —y que reitera su prestigio— es que solo se construye en metales preciosos: oro amarillo, blanco o Everose de 18 quilates… y ahora, platino 950. El Day-Date ha tenido la fortuna de ser llevado por incontables figuras de la política y la cultura popular del mundo. Atendiendo a su atractivo universal, el día de la semana de su indicación se presenta en 26 idiomas. El Day-Date está disponible en dos diámetros, 36 y 40 mm, así como en versiones engastadas. El brazalete President, concebido especialmente para el Day-Date en 1956, complementa perfectamente su estética y contribuye a su elevado estatus.
Este año, acompañando al nuevo Datejust 31 que ilustra la tapa de esta edición de Revolution, Rolex lanza el Oyster Perpetual Day-Date 40 elaborado en platino 950 —el metal precioso de mayor prestigio—, muy bien identificable por su adorable carátula en color azul hielo. En cuanto a su infaltable bisel estriado, esta es la primera vez que Rolex ejecuta su bisel en el poderoso metal; hasta hoy, todos los biseles de Day-Date se habían hecho en oro de 18 quilates.
Este nuevo uso del platino en el Day-Date 40 no es un tema menor. De gran blancura y luminosidad, el platino 950 es un material muy difícil de detallar, en virtud de su gran dureza que impide trabajarlo como los metales más suaves. Para lograr el acanalado y formas precisas y superficies brillantes del bisel, Rolex desarrolló un nuevo proceso de fabricación.
La nueva versión del Day-Date 40 está equipada con el calibre 3255, un movimiento desarrollado por Rolex que se estrenó en esta colección en 2015. Este movimiento automático con rotor Perpetual también incluye varias patentes enfocadas en la optimización de su funcionamiento, eficiencia, durabilidad y resistencia. El movimiento incorpora el escape patentado Chronergy, que combina una elevada eficiencia energética con una gran fiabilidad; también incluye una espiral Parachrom azul optimizada, fabricada por Rolex en una aleación paramagnética y equipada con una curva final Rolex que garantiza la regularidad de la oscilación del volante que va montado en los amortiguadores Paraflex de alto rendimiento. La reserva de marcha del calibre 3255 es de 70 horas aproximadamente.
La nueva versión del Day-Date 40 en platino 950 está equipada con un brazalete President que incluye un elegante cierre desplegable Crownclasp oculto que lleva inserciones de cerámica en el interior de los eslabones para mejorar su flexibilidad y longevidad. Además, un sistema de fijación oculto garantiza una continuidad visual perfecta entre el brazalete y la caja.
Como ocurre con todos los relojes fabricados por la marca a partir de 2015, el nuevo Oyster Perpetual Day-Date 40 en platino 950, así como los nuevos Datejust 31 con sus bonitas carátulas con motivos florales, están avalados por la certificación de Cronómetro Superlativo, redefinida por Rolex en 2015.
Esta denominación asegura que cada reloj se ha sometido con éxito a una serie de evaluaciones realizadas por Rolex en sus laboratorios según sus propias condiciones y criterios, tras la certificación oficial de los movimientos por parte del Control Oficial Suizo de Cronometría (COSC). Las pruebas de Rolex se aplican al reloj ensamblado —con el movimiento dentro de la caja— para confirmar el rendimiento superlativo en términos de precisión, reserva de marcha, hermeticidad y cuerda automática. La precisión de un Cronómetro Superlativo Rolex es del orden de -2/+2 segundos por día, mucho más precisa que las condiciones demandadas por el COSC. La designación de Cronómetro Superlativo está enaltecida por el sello verde que acompaña a cada reloj Rolex y va complementado por una garantía internacional de cinco años.
