Como tributo a la tradición, cultura y celebración mexicana del Día de los muertos, Pierre y Jean-Claude Biver decidieron crear, en colaboración con Joel Niño – artista mexicano -, una pieza única para el Salón Internacional de Alta Relojería (SIAR) en la ciudad de México del 17 al 19 de octubre 2023: La Danse du Temps.
Padre e hijo Biver dieron a conocer en marzo pasado su primer reloj: una repetición de minutos carillón, tourbillon, con esfera de piedras preciosas.
Para el SIAR, la pieza única es la misma repetición de minutos, Carillón Tourbillon – primera en salir en oro rosa – pero hecha con una esfera de piedra, en onyx, con una parte arenada que hace aparecer unos diseños representativos del tradicional papel picado mexicano y, con apliques en oro rosa – grabados a mano – que representan uno de los símbolos más famosos de México: las calaveras – inspiradas por las de Diego Rivera – sobretodo su emblemática catrina.
La celebración mexicana del Día de los muertos es una tradición irremplazable y, tiene la particularidad de dar un enfoque positivo a la muerte, la vida en el más allá. Por eso, siempre se pintan las calaveras con una sonrisa o una acción alegre, cuya idea se retomó en la esfera para esta pieza única: la calavera baila con la catrina. Además, el Día de los muertos se considera una celebración a la memoria; es un ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido. Asimismo, como lo explica Jean-Claude Biver, la complicación, a través de su vibración mediante el carillón, la belleza de lo invisble y la fidelidad a la tradición relojera mecánica, permite dar a luz al alma de la pieza, a fin de llegar a la eternidad, al igual que los mexicanos mantienen sus antepasados y tradiciones vivos mediante el Día de los muertos.
Es así como Pierre y Jean-Claude Biver lograron reunir tradición relojera con la tradición mexicana en esta pieza única que, al fin y al cabo, da un tributo a la eternidad tanto relojera como mexicana.
Pero ¿Quién es exactamente Jean-Claude Biver? Wei Koh, fundador de Revolution lo ha explicado muy bien y su descripción le da profundidad al hecho de que ahora Biver mismo se lance con su propia marca: “Tratar de adivinarlo sería intentar contener la inmensidad del océano ahuecando las manos en la marea. Es, como diría el poeta Walt Whitman, un hombre que “contiene multitudes”. Entre los diversos papeles que ha desempeñado en el colosal arco heroico de su trayectoria vital, ha sido como resurreccionista donde ha encontrado su mayor éxito y fama: primero con Blancpain, y después, a principios de este siglo, tomó una marca oscura en decadencia conocida por combinar caucho y oro en relojes, y convirtió Hublot en uno de los mayores éxitos del nuevo milenio. Pero el último papel de Biver y, como él mismo dice, ‘el último’, es el de cocreador de su marca homónima, un proyecto que ha sido objeto de rumia personal durante las tres últimas décadas. Es como mecenas de JC Biver como el gran hombre se ha encontrado en la aventura más conmovedora de su vida. Porque no se trata simplemente de crear relojes, sino también de forjar un legado que quiere que perdure más allá de él y que se transmita a su socio en esta empresa, su hijo Pierre Biver.”
