Cartier eleva el juego de las formas relojeras con sus nuevas creaciones

Las primeras novedades de Cartier este 2024, dadas a conocer en el marco de Watches and Wonders, hacen honor a su capacidad para innovar y superar los límites del diseño tradicional de relojes. Es un gozo ver creaciones como el Reflection, los estrenos del Santos-Dumont, y por supuesto, las versiones del Tortue, como parte de la colección Cartier Privé.

Como muy bien sabemos todos, Cartier es célebre por su dominio de las formas, especialmente en el ámbito de la relojería. La marca tiene una larga e ilustre historia que se remonta a su fundación en 1847 por Louis-François Cartier. A lo largo de los años, Cartier se ha consolidado como pionera en diseño y artesanía, con un claro enfoque en la creación de relojes que no sólo dan la hora, sino que también sirven como obras de arte.

Una de las características que definen a Cartier es su capacidad para innovar y superar los límites del diseño tradicional de relojes. La marca ha introducido numerosas formas y estilos icónicos que se han convertido en sinónimo de lujo y elegancia.

Los primeros lanzamientos de Cartier este 2024 continúan esta apoteósica saga. Si bien continúa explorando las posibilidades de Santos —y lo seguirá haciendo hasta el fin de los tiempos—, le presentamos un debut fantástico que expande nuestra capacidad de admiración y nuestro reconocimiento por el ingenio y arte que despide cada pieza de Cartier.

CARTIER REFLECTION

¡Vaya joya! Reflection es la nueva propuesta de Cartier en materia de reloj-joya —¿o en este caso “joya-reloj”?—. Este marcatiempos sigue los pasos de creaciones recientes como Clash (Un)Limited y Coussin como instrumentos que funden los valores relojeros y joyeros del creador francés. El concepto se basa en un brazalete abierto, con una estructura de trazo homogéneo pero acentuada por huecos y un inapelable pulido efecto espejo que remarca sus intensos ángulos y líneas. La idea desemboca en el asomo de una carátula relojera cuadrada —incuestionablemente Cartier—, pequeña y delicada y realzada por los numerales romanos.

La fantástica pieza está disponible en oro amarillo y rosa, con una ejecución en oro blanco abrumadoramente engastada con 6.6 quilates de diamantes de talla brillante también disponible. Como complemento ulterior, Reflection añade dos variantes de alta joyería donde la forma en ensalzada por pedrería de color.

Se trata de dos piezas muy especiales. La primera es un homenaje al motivo de pavo real de Louis Cartier; ésta combina piedras en tonos verde y negro —crisoprasa, obsidiana, esmeralda y tumalina tipo Paraiba— con laca iridiscente. Una segunda combina ópalo, amatista, granates y ojo de tigre. En ambos casos, se trata de un juego de contrastes que resaltan la arquitectura de la pieza.

En total, la colección Reflection de Cartier se compone de cinco referencias, todas ellas son animadas por un movimiento de cuarzo pequeñito.

SANTOS Y SANTOS-DUMONT

Una vez más, el espíritu y el legado del aviador brasileño Alberto Santos-Dumont imprimen su magia en los nuevos relojes Santos y Santos-Dumont que Cartier nos preparó este año. Específicamente, el relojero creó dos marcatiempos que juegan y cuestionan nuestra percepción del tiempo. Por un lado, está en Santos-Dumont Rewind, que invierte la lectura convencional de la hora. Por el otro, está el Santos de Cartier Dual Time que, bueno, se explica por sí solo.

El nuevo Santos Dual Time va equipado con un movimiento automático que permite visualizar una segunda zona horaria en su pequeña esfera a las 6. Un fechador a las 3 va siempre sincronizado con la hora local de la carátula principal y complementa la utilidad de la pieza. El diseño del Santos, elegante y ergonómico, se ve ensalzado por la combinación del acero de su caja y la esfera antracita de efecto de rayos de sol. Varios nuevos detalles redondean la propuesta: manecillas de espada con inserto luminiscente y una corona heptagonal. Las correas y brazaletes del Santos incluyen el sistema patentado QuickSwitch para un cambio rápido sin herramientas. También debe destacarse el brazalete metálico en acero con sistema SmartLink que permite ajustarlo también sin herramientas.

El Santos-Dumont Rewind es una idea juguetona y bienvenida que alegra aún más la colección. Se trata de un reloj donde las manecillas corren en el sentido inverso, siguiendo índicas romanos dispuestos para mostrar la hora de forma antihoraria. Para lograrlo, Cartier invirtió la orientación de su calibre manual 230 MC. Como detalle simpático en esta edición limitada a 200 ejemplares, en el fondo de la caja de este reloj Santos-Dumont Rewind va una firma “Cartier” al derecho e invertida.

Finalmente para Santos-Dumont, la casa presenta tres iteraciones de edición limitada en diversos colores. La clave de ellos es la aplicación de laca que hace saltar las esferas en cada iteración. Las tres versiones —verde oliva y platino, azul pavo real y oro rosa, gris topo con oro amarillo— se han cubierto de una capa de laca de menos de una milésima de milímetro de grosor, alisada y pulida a mano. El resultado es una serie de diales con destellos y colores inéditos para esta serie se relojes. Cada reloj va empatado con un aro metálico atornillado específico que remarca la forma esencial del reloj: un cuadrado de esquinas redondeadas. Estos tres relojes equipan el calibre mecánico de cuerda manual 430 MC. El reloj en platino y verde está restringido a 200 ejemplares, en tanto que los otros no advierten limitación alguna.

CARTIER TORTUE

Tortue regresa este año como parte de la colección Cartier Privé, de piezas exquisitas y muy limitadas. 

Cartier Privé es una prestigiosa colección que muestra la excepcional artesanía, los diseños innovadores y el patrimonio histórico de la marca. La colección se compone de relojes de edición limitada o reeditados que rinden homenaje a algunos de los modelos más emblemáticos e innovadores del pasado de Cartier. Cada reloj de la colección Cartier Privé está meticulosamente elaborado con la máxima atención al detalle y suele ser muy codiciado por coleccionistas y entusiastas.

Siguiendo los pasos de relojes Cartier Privée como Santos-Dumont y Tank Cintrée, este 2024 llega la octava ejecución CP, esta en la forma del Tortue. Se trata de una transposición contemporánea de uno de los relojes más significativos de Cartier —por su significado estilístico y su historia—. Creado originalmente en 1912, Tortue fue uno de los primeros relojes de pulso de Cartier, precediendo, incluso, al Tank (1917). Así pues, Cartier regala nueva vida al Tortue en la forma de una pieza que pone la técnica relojera al servicio de su forma. Específicamente, el nuevo Tortue suma una complicación de cronógrafo monopulsador a las versiones solotiempo.

Los nuevos relojes son fieles a las formas y proporciones del original de 1912, con su caja de asas extendidas y su carátula con manecillas de pomo que recorren una vía minutera tipo chemin-de-fer.

La version de horas y minutos se presenta en cajas de oro o de platino. Cada iteración esta restringida a 200 ejemplares. Un variante elaborada en platino con un prodigiosos engaste de diamantes de talla baguette estará limitada a 50 ejemplares. Todos ellos incorporan el movimiento mecánico de manufactura 430 MC.

El nuevo Tortue Cronógrafo Monopulsador de la colección Cartier Privé descubre una complicación que fue vista por primera vez en este reloj en 1928 y que luego se reinterpretó en 1998 como parte también de la Collection Privée Cartier Paris. El nuevo reloj es incuestionablemente fiel a ese Tortue CPCP de 1998: lleva las manecillas en forma de pomo, aguja segundera esqueletizada y motivos triangulares en las esquinas de la esfera. Para maximizar su utilidad, la esfera incorpora una vía segundera con resolución de 1/8 de segundo por fuera de los índices romanos y apenas rozada por el esbelto segundero azul. Libre de obstáculos visuales, la carátula incorpora los segundos constantes a las 9 y el registro de 30 minutos a las 3, ambos con un acabado caracolado. El calibre de manufactura 1928 MC le da vida a este evocador instrumento. Se trata del movimiento cronógrafo más delgado de Cartier, con apenas 4.3 mm de altura. Las dos variantes del cronógrafos Tortue están disponibles en platino y oro amarillo, cada uno limitado a 200 ejemplares.