Luego de un prolongado periodo de renovaciones, la boutique Cartier de la ciudad de México reabrió sus puertas al público, mostrando una nueva cara y concepto que privilegia la luz y la calidez, elementos que enriquecen un ambiente hospitalario ideal para que los clientes disfruten de los valores y los productos de la maison francesa.
Dentro del fastuoso recinto —literal y figurativamente, la puerta de entrada a la zona de Polanco de la capital mexicana—, sus tres niveles han sido reformados para ofrecer una nueva experiencia a sus visitantes. Los primeros dos pisos, caracterizados por fenomenal iluminación, diseños exclusivos y materiales cálidos, albergan las colecciones de relojería, joyería y accesorios, en tanto el tercer nivel está destinado a la realización de eventos especiales.
Acento mexicano
Una novedad de la boutique Cartier es el regio Salón María Félix, un espacio inspirado y decorado en memoria de la actriz mexicana que es bien conocida por su afición a Cartier y su joyería, especialmente de las piezas especiales con reptiles que la firma confeccionó para “La Doña”. El salón María Félix será el lugar ideal para que la clientela conozca y disfrute de las creaciones de Cartier en un espacio confortable y lujoso, embellecido además por las ilustraciones con motivos de Félix realizados por el ilustrador parisino de la moda Jean Philippe Delhomme.
Dentro de los elementos decorativos del renovado edificio de la Avenida Masaryk 465, en el segundo nivel destacan cuatro torres de mimbre, diseñadas por la artista Marisol Centeno. Este elemento refleja una característica de todas las boutiques de Cartier en el mundo, donde un golpe de arte local añade color al concepto de diseño interior para fortalecer el nexo con su localidad. Si bien todas las boutiques Cartier comparten elementos, cada una tiene su propio “sabor” local, y el arte de Centeno es fundamental para conferir su carácter a la tienda Cartier en la ciudad de México.
