En el mundo de la relojería, la fusión de oro y laca rara vez se ve, y aún menos se domina. El L.U.C XP Urushi Año del Dragón, de Chopard, es una expresión artesanal de suerte y prosperidad que marca el ciclo del zodiaco chino. El dragón fue la primera criatura en aparecer en los mitos y leyendas de esa cultura representando la autoridad imperial, la riqueza, la fertilidad y la buena suerte. El nuevo Año del Dragón comienza el 10 de febrero de 2024.
Según la tradición, el legendario primer emperador de China, Huangdi, que reinó aproximadamente del 2700 al 2600 a.C., incorporó varias criaturas en su escudo de armas a medida que conquistaba tribus vecinas y fue quien finalmente creó la imagen que se convertiría en la precursora del dragón chino que conocemos hoy.
Muy inspirado en estas tradiciones, el L.U.C XP Urushi Año del Dragón cuenta con una caja de 39.5 mm de oro rosa ético de 18 quilates, mientras que el calibre interno L.U.C 96.17-L con microrrotor garantiza que se pueda mantener un perfil delgado de solo 6.80 mm. Combina el saber hacer técnico y el talento artístico de Chopard Manufacture. Su esfera es una obra de arte, hábilmente decorada con laca Urushi, polvo de oro e incrustaciones de nácar. Por duodécimo año consecutivo en la historia de Chopard Urushi, la esfera ha sido elaborada a mano en Japón por un artesano de renombre mundial especializado en la técnica Maki-e.
La teoría de los cinco elementos chinos asigna uno de los cinco elementos (metal, agua, madera, fuego y tierra) a cada año, además de los signos del zodiaco. El 2024 es el Año del Dragón de Madera. Si el Dragón suele ser poderoso, infinitamente energético, lleno de vitalidad y dotado del más agudo sentido del yo entre los 12 signos del zodiaco, el Dragón de Madera es visto como protector del medio ambiente y símbolo de armonía con la naturaleza. Esta fuerte identidad se hace eco del respeto de Chopard por la Tierra y sus riquezas.
El maestro lacador japonés al que recurrió la casa ha creado así una carátula negra elegante y con carácter en la que el dragón cobra vida. Elevándose por encima de las nubes, irradia una llamativa mezcla de poder y gracia, con atrevidos colores llamativos de rojo y amarillo.
Este año también marca un hito para la serie L.U.C XP Urushi. En 2013, Chopard lanzó el primer modelo de este tipo con la edición de la Serpiente. Con la incorporación dedicada al Dragón, la casa completa así un ciclo completo en el calendario chino. En esta ocasión, en 2024 se presentará un maravilloso estuche de madera con los 12 L.U.C XP Urushi creados desde entonces, ofreciendo a los coleccionistas la oportunidad de admirar estas obras maestras de la artesanía unidas como un magnífico conjunto.
Fiel a la tradición y la preservación del savoir-faire, Chopard ha vuelto a trabajar con el mejor artesano japonés especializado en la técnica tradicional de laca Maki-e para el L.U.C XP Urushi Año del Dragón. Las 88 carátulas de estos espectaculares relojes se han producido en los talleres de la centenaria empresa Yamada Heiando y han sido elaboradas por el maestro artesano Minori Koizumi, una tarea meticulosa que requiere no menos de 20 horas para cada una. De acuerdo con esta refinada técnica ancestral, las virutas de oro colocadas entre capas de laca elaborada a partir de la savia del árbol Toxicodendron vernicifluum iluminan el fondo. Esta preciosa esfera se encuentra alojada en una caja ultrafina de oro rosa ético de 18 quilates, que no solo es cómoda en la muñeca sino que también ofrece un nivel incomparable de elegancia discreta.
Esta delgadez es posible gracias al uso del movimiento automático interno L.U.C 96.17-L de 3.30 mm de grosor, equipado con un microrrotor descentrado de oro de 22 quilates integrado en el grosor total del calibre. Su fuerte inercia garantiza una carga eficiente de los dos barriles, que están apilados según la tecnología Chopard Twin y almacenan la energía necesaria para que el L.U.C XP Urushi Año del Dragón ofrezca una reserva de marcha de 65 horas. Una vez fuera de la muñeca, permanecerá en hora y con precisión durante más de dos días y medio, lo que corresponde perfectamente a un largo fin de semana.
