Para los entusiastas de la relojería, la llegada de la primavera viene acentuada por una avalancha de lanzamientos horológicos que dan forma a las estrategias de las marca y las posibles tendencias para la temporada. Siempre será grato conocer las novedades de marcas tan apreciadas —y decididamente poderosas y exitosas— como es Longines, la gran firma avecindada en Saint-Imier.
Bien reconocida por el valor de sus relojes, tanto desde una perspectiva histórica como la gran oferta relojera, Longines suele no fallar en sus propuestas mecánicas, siempre pintadas de consistencia mecánica y respeto por su rica historia. No por nada es una de las marcas más grandes del mundo en términos de ventas.
Permítame presentarle alguno de estos nuevos relojes.
Silver Arrow, de Longines
Estilo y evocación son los principales argumentos de este reloj, inspirado en una pieza de los 1950s. Silver Arrow concede nueva vida a un modelo de mediados del siglo pasado: una época decididamente orientada hacia el futuro, como nos deja ver esta nueva interpretación y sus específicos guiños estéticos.
La leyenda del Silver Arrow original comenzó en 1955, cuando Longines organizó un concurso interno para encontrar el nombre de un nuevo reloj de diseño vanguardista. El apelativo “Silver Arrow”, una referencia a los famosos coches alemanes que dominaban los circuitos de carreras de la primera mitad dei siglo XX, resultó el elegido.
Al año siguiente, el reloj definitivo saldría al mercado, logrando fusionar los mundos automovilístico y aeronáutico que dieron un gran impulso tecnológico a la humanidad en aquellos tiempos.
El nuevo Silver Arrow se presenta en una caja de acero de 38.5 mm que ostenta una faz plateada minimalista, pero legible y clásica. La carátula incluye índices horarios estriados —como en el SA— y manecillas en forma de espada, y ambos elementos están recubiertos de Super-LumiNova. La ausencia de indicación de la fecha y de la indicación de “cuerda automática” contribuye a su carácter discreto, manteniendo el espíritu del reloj original. Por dentro, late el movimiento mecánico automático L888.5 con espiral de silicio que garantiza una gran precisión y una mayor resistencia a los campos magnéticos.
Avigation BigEye
Tras algunos años de bien ganado éxito y reconocimiento, el ejemplar Avigation BigEye ha sido objeto de una modernización estética que encontró la manera de elevar sus atributos relojeros. Esta nueva interpretación del cronógrafo BigEye se presenta en titanio con una carátula azul petróleo, en homenaje a los grandes momentos de la aviación y a sus pioneros, a los cuales Longines acompañó en no pocas ocasiones.
Como usted bien sabe, este cronógrafo de piloto con un diseño de los años 30 se caracteriza por el llamativo tamaño de su contador de 30 minutos, colocado a las 3 en punto y de mayor diámetro que los otros registros subsidiarios que les acompañan. De esta manera, el Avigation BigEye se caracteriza también por la facilidad de lectura de la nueva carátula de acabado granulado y sombreado, que se complementa por manecillas negras con acabado por chorro de arena y números arábigos luminiscentes.
Un cristal de zafiro en forma de caja con acabado antirreflectante multicapa por encima y por debajo, y un fondo de caja atornillado y grabado también dan fe de la avanzada tecnología de esta pieza.
HydroConquest
La exitosa colección HydroConquest añadió a su línea algunas nuevas variaciones de color que hacen buen uso de los acabados de PVD rosa y amarillo. Renovados en 2018, los relojes HydroConquest ha aportado una alternativa deportiva y funcional a los amantes de la exploración submarina. En sus versiones azul, gris, negra y verde, cada reloj afirma un diseño técnico que se ven rematados por sus biseles con inserciones de cerámica del mismo color que el dial.
Inspirados en el mundo de los deportes acuáticos, los relojes HydroConquest son competentes herramientas de buceo, merced a su resistencia al agua hasta 300 metros, bisel giratorio unidireccional, la corona y el fondo de la caja atornillados y el cierre desplegable de doble seguridad con extensión. Las variantes verde, negra y azul están ahora disponibles en acero bicolor y PVD amarillo, mientras que las grises, negras y azules están disponibles en versiones de acero y PVD rosa. Estas piezas también están disponibles con una correa de caucho negra, azul o verde.
Con carátulas en colores gris, azul o negro con textura tipo de rayos de sol, o una esfera verde mate, cada variante bicolor de HydroConquest está equipada con un exclusivo movimiento automático L888.5 que cuenta con una espiral de silicio.
Legend Diver
El Longines Legend Diver, un indiscutido embajador de la serie Heritage de la marca, está ahora disponible en versiones de color. En azul o marrón, estas creaciones aportan un nuevo aspecto a uno de los primeros relojes de buceo diseñados por la firma de Saint-Imier.
La historia del Legend Diver comenzó en 1937, cuando la resistencia al agua se convirtió en un criterio de calidad. Longines desarrolló una caja de reloj con pulsadores estancos para el notable calibre 13ZN, cuidando de patentar esta creación. Con el tiempo, la marca realizó una serie de desarrollos que la llevaron a lanzar su primer reloj de buceo civil en 1958 y varios otros relojes de este tipo durante la década de 1960. Esta serie de hitos preparó el camino para el reloj Legend Diver, lanzado en 2007.
Estas más recientes versiones del reloj Legend Diver conservan el espíritu y las líneas del reloj original. Los nuevos relojes con caja de 42 mm, presentan características técnicas actualizadas, como un cristal de zafiro en forma de caja, dos coronas atornilladas y un fondo de caja atornillado; son resistentes al agua hasta 300 metros y disponen de un movimiento automático con volante de silicio, fabricado exclusivamente para Longines. La carátula, disponible en azul o marrón, presenta agujas luminosas, marcadores de hora intercalados y números arábigos realzados con rectángulos de Super-LumiNova. Un recordatorio de los códigos del deporte para el que este reloj fue concebido originalmente.
Mi opinión sobre los lanzamientos de Longines
No puede ser sencillo desarrollar relojes que consistentemente sean tan bien apreciados por los coleccionistas. Empero, Longines ha sabido encontrar una cantidad envidiable de sweet spots para sacar partido de su acervo histórico y darle nueva vida.
El elegante y refinado Silver Arrow es otro ejemplo fascinante de esta idea de ejecución puntual y recatada. Para todos es muy claro claro que la inspiración del pasado de Longines está ahí, presente y bien visible. Pero imagino que la tentación por incrementar el valor en cada reloj —mediante la adición de complicaciones o mayor tamaño— debe ser difícil de resistir. Por eso me parece adorable que un reloj como el Silver Arrow se atreva a mostrar un nuevo episodio de la marca sin utilizar ardides simples. El reloj bien pudo establecerse en 40 mm, pero dejarlo en 38.5 mm fue una decisión perfecta, como también lo fue minimizar las grafías y textos en la carátula plateada. El evitar el uso de la palabra “Automatic” en la carátula es una nueva prueba de que Longines sabe quién es, qué ofrece y de dónde viene. El aire del reloj en verdad transmite esa idea de modernidad optimista y fascinación técnica con tintes futuristas que marcaron la época de la posguerra.
El Avigation BigEye merece todo tipo elogios y aplausos. Como el feliz guardián de un premiado BigEye original —ganador el previo “Revival” (renacimiento) del GPHG de 2017—, me encanta ver que la casa encontró la manera de darle un nuevo empuje. La teoría de un reloj de piloto con un cuadrante en un color que no sea el tradicional negro puede causar uno que otro ceño fruncido — a mí no me convence—, pero se entiende bien como una nueva inyección de vitalidad y estilo de la moda a este cronógrafo con trazos elegantes y vintage. No obstante, esa decisión se equilibra con el empleo de titanio para la caja de 41 mm. El nuevo BigEye es notable y no solo acompaña muy bien los éxitos de su laureado hermano de carátula negra, sino que se presenta como una interesante contraposición al estilo refinado y moderno de los cronógrafos Spirit, también inspirados en la aventura aérea.
El HydroConquest es como un submarino: furtivo, silencioso pero lleno de poder y técnica. Es, sencillamente, uno de los relojes de buceo suizos con mayor valor en el mercado, pues combina el savoir-faire de la marca con su propuesta mecánica honesta y completa. Ahora con las nuevas propuestas bitono, HydroConquest juega un poco con la idea del BigEye en azul: mismos atributos horológicos, pero ahora presentados con tonos y texturas más cálidos, elegantes y hasta lujosos, sin menoscabo de su valor y oferta de precio. Creo que es esto lo va a consolidar aun más como uno de los mejores primeros relojes de buceo.
Y hablando de buceadores, el Legend Diver está en otra categoría pues no solo es un instrumento para las aguas profundas, sino que carga consigo un importante palmarés y tradición relojera. Nuevamente, la oferta de colores variados enriquece la colección, solo que aquí hay antecedentes que atenúan el impacto cromático —como el reciente Legend Diver de carátula verde en caja de bronce y titanio—. Y claro que las formas más tradicionales de un reloj de inspiración vintage lo hacen bien propició para jugar con sus proporciones y formas elegantes. Me atrevo a decir que el referencia en azul sería un favorito en el corto plazo.
