Los meteoritos, tal y como los conocemos, son fragmentos espaciales de rocas que han recorrido miles de millones de kilómetros a través del cosmos, antes de aterrizar aquí en la Tierra. Algunas de estas piezas están compuestas de materiales únicos, y a veces poseen un valor que supera al del oro y el platino juntos. ¿Y dónde acaban? Algunos de ellos han encontrado un nuevo destino en manos de Les Ateliers Louis Moinet, donde se han convertido en el reloj Cosmopolis.
El nombre “Cosmopolis” es un combinación de las palabras “cosmo” (que hace referencia al cosmos) y “polis” (que indica el espíritu cultural y artístico de la ciudad), y rinde homenaje a la profunda conexión entre nuestro mundo y el universo infinito. Y Louis Moinet ha materializado esta visión filosófica en este particular reloj.
La esfera hace las veces de teatro celestial, donde cada fragmento de meteorito está colocado formando un anillo de exhibición, que, curiosamente, recuerda al dial giratorio de un teléfono.
He aquí lo que son: un trozo de la Luna, Marte, partes de una lluvia de meteoritos encontrados en México y Costa Rica, y de asteroides descubiertos en Argelia, Rusia, China, Namibia, México y el desierto del Sahara.
Ahora bien, todos estos trozos de rocas en un reloj no son en vano. Por el Cosmopolis, Louis Moinet ha obtenido el título Guinness World Records al “mayor número de inserciones de meteoritos en un reloj”.
El responsable de esta visión es Jean-Marie Schaller, que también ejerce de Director Creativo de Louis Moinet. Los meteoritos en un reloj Louis Moinet no son algo nuevo: se han visto en múltiples series, como los relojes Mars Mission y Super Moon. Schaller tiene un hombre (o varios) que recorren la Tierra en busca de estos meteoritos caídos (sí, es un trabajo de verdad), lo que le proporciona estos descubrimientos únicos. También hay que tener en cuenta que no hay dos rocas iguales, por lo que los cortes transversales de estas rocas difieren de un reloj a otro, lo que las hace muy especiales.
“Llevo veinte años coleccionando meteoritos excepcionales”, afirma Schaller en un comunicado. “Cada uno tiene su propia historia. Mi colección contiene piezas raras, como un valioso meteorito de Marte, que es una de las 300 muestras identificadas hasta hoy. Estas fascinantes historias fueron la chispa creativa que dio origen al Cosmopolis. Más que una gran obra relojera, Cosmópolis es un viaje histórico y científico, un microcosmos del macrocosmos”.
Además de las 10 minúsculas astillas, en el interior de la jaula del tourbillon se oculta una condrita negra.
Cosmopolis
El reloj cuenta con un tourbillon descentrado a las 6 horas. El movimiento de cuerda manual, equipado con dos muelles de barrilete, tiene una reserva de marcha de 96 horas. El innovador sistema volte-face, en el que un barrilete está colocado al revés sobre el otro, permite que funcionen al unísono, garantizando una mayor autonomía.
La hora se lee en las agujas horarias principales de oro rosa que están fijadas sobre otro trozo de roca: un meteorito lunar. Todo ello se aloja bajo una cúpula de cristal de zafiro encerrada en una caja de oro rosa de 18 quilates de 40.7 mm. Las asas caladas y la correa de piel negra completan el conjunto.
