Hoy 13 de diciembre, el explorador Simon Messner se embarca en una de las aventuras más extremas que pueden vivirse en nuestro planeta: el Antarctic Ice Marathon. Este maratón antártico se corre sobre la clásica distancia de maratón (42.195 km). La carrera comprende una competición individual, con divisiones masculina y femenina.
Los maratonistas de aventura y los aventureros extremos siempre están buscando el próximo gran reto. Puede ser un maratón en un desierto remoto, un maratón de montaña a gran altitud o un maratón en la selva. Sin embargo, la Antártida representa la última frontera, el último gran ambiente por conquistar. Esta es la mentalidad de Simon Messner, embajador de Montblanc, quien competirá en la carrera en compañía de un marcatiempos de Montblanc.
Montblanc acompañará a Simon Messner, hijo de Reinhold, en el Antarctic Ice Marathon, que se correrá en este implacable paisaje glacial. Simon nació en 1990, el año en el que su padre cruzó la Antártida a pie. El joven Messner enfrentará el reto llevando un Montblanc 1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration Edición Limitada en la muñeca.
En anticipación de esta hazaña, Revolution conversó la semana pasada con Messner, así como con Laurent Lecamp, CEO de relojería de Montblanc, quienes nos ofrecieron sus respectivas visiones del momento. Igualmente, nos presentaron el contexto de colaboración entre las partes y el rico mensaje de aventura y exploración que mora en cada pieza de la relojería de la casa, especialmente en la colección 1858 y el excelente modelo Geosphere de hora mundial.
Siguiendo los pasos de su padre, Simon Messner descubrió su propia pasión por las montañas a los 15 años en las rutas de roca y hielo clásicas de los Dolomitas. Ahora, será su turno de conquistar y enamorarse de uno de las más retadores ambientes del planeta: el Polo Sur. Pero no se trata de repetir los pasos que su padre plasmó en 1990, sino de escribir su propia historia de aventura y descubrimiento, con un 1858 Geosphere 0 Oxygen acompañándolo.
Para comenzar a entender el desafío, es importante conocer la motivación de Simon Messner y lo que lo hace enfrentarlo. “He lidiado con el frío toda mi vida, escalando los picos más altos del mundo. Sé de lo que se trata, pero es muy diferente correr una larga distancia en el frío más extremo que te puedas imaginar. La Antártida es uno de los lugares más inhóspitos del planeta así que decidimos ir allá para enfrentar el reto y también para probar el reloj”.
“Pero también es un reto personal. Siempre me ronda la pregunta: ‘¿Soy capaz de escalar esta montaña? ¿Soy capaz de completar este reto?’ Y esto es muy diferente: es una carrera en otras condiciones, a otra velocidad, con otro equipo y en un entorno absolutamente diferente. Es otra manera de explorar”, confiesa Simon Messner.
Como comentamos en un artículo pasado en esta plataforma sobre el reloj 1858 Geosphere South Pole Expedition (una edición limitada a 1,990 ejemplares) y los hitos a él asociados, Reinhold Messner, padre de Simon, hizo un recorrido antártico semejante en 1990 —año del nacimiento de Simon—, atravesando por primera vez el continente helado a pie a lo largo de 90 días. Esa hazaña eso es otro elemento del nuevo reto del joven Messner. “[La carrera antártica] no es el mismo recorrido que el de 1990, pero para mí será fascinante ver y hacer algo parecido a lo que logró mi padre”.
Un maratón polar no es una actividad que pueda improvisarse o para la que uno se prepare extrapolando experiencias y conocimientos de alpinismo, ni siquiera para un montañista consumado como Simon Messner. “Ha sido un largo camino de preparación; ni siquiera un buen alpinista puede estar listo para algo así. He escalado por 18 años y ha sido un progreso y aprendizaje constante, donde la escalada siguiente ha sido más difícil que la previa—comenta Simon Messner—. [Para el Polo Sur], afiné mi entrenamiento de carrera en brechas planas y en grandes distancias y bajo condiciones de frío, llevando poca agua y poco equipo. Hay que entender que la voluntad por hacer algo deba acompañarse por la correcta preparación física y mental. Convencerse de que, efectivamente, puede lograrse”.
Desde luego que para Simon no sobró recibir consejos de su padre, uno de los más grandes exploradores de nuestros tiempo: Reinhold Messner. Simon comparte: “Mi padre he ha contado muchas historias, desde luego. Cuando hablaba de la Antártida, siempre dijo que su miedo más grande no era el no poder completar el recorrido de larga distancia. Era enfrentar los imprevistos asociados a una aventura. Por ejemplo, ¿qué pasa si se estropeaba la estufa para cocinar la comida y derretir el hielo para beber agua? Ese es un problema casi inevitable en condiciones tan extremas. Por eso, él aprendió a reparar sus accesorios, desarmándolos y armándoos en repetidas ocasiones antes de la travesía y se ocupó en llevar todas las piezas de repuesto pertinentes”.
“Así, podía continuar hacia la aventura sabiendo que él sabría enfrentar cualquier problema e imprevisto con su equipo y ese era un problema menos en qué pensar cuando deben estar concentrado en el objetivo y en el proceso para alcanzarlo”, afirma Simon. “En la preparación, es esencial minimizar los riesgos y variables. Durante mi carrera he aprendido que la escalada más imponente depende de los detalles más pequeños”.
Desde luego que también le preguntamos a Simon sobre Montblanc y el reloj que portará en su aventura: el 1858 Geosphere 0 Oxygen de edición limitada. “El año pasado Montblanc me ofreció la oportunidad de ascender el Mont-Blanc —la primera gran cumbre oficialmente conquistada en 1786— con el reloj. La marca en verdad entiende de tradición e historia y la conexión que tenemos con las montañas. Es un compañero fantástico. Y ahora, vamos a la Antártida a probar el reloj, ver cómo se comporta y, por qué no, regresar con ideas para este reloj y otros en el futuro”.
“Y ya que hablamos hace un instante de detalles, como sabes, el reloj mismo tiene muchos detalles”, dice Simon. “Es un desarrollo completo, correcto. Es muy ligero y fuerte gracias al uso de titanio. Al ser un reloj mecánico, [con el movimiento]] tú le provees de la energía necesaria para funcionar y ‘recargarlo’. Porque mira esto: las mejores y más exitosas escaladas se logran a su máximo cuando requieres de ‘lo menos’ posible, con el menor equipo a cargar. Sin baterías, sin helicópteros, sin oxígeno… es difícil, sí, pero es muy satisfactorio completar una hazaña basándote principalmente en tus habilidades y capacidades”, concluye Simon.
El 1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration, de edición limitada, es nueva prueba de que Montblanc continúa honrando y enriqueciendo su senda relojera por medio de historias y logros con personajes pertinentes, cercanos a su corazón y valores, como lo son Reinhold y Simon Messner, y por supuesto también haciéndolo con su savoire-faire y con los valores relojeros que la casa Minerva le concede.
Laurent Lecamp, CEO de la relojería de Montblanc, sabe una cosa o dos de tradición y valores relojeros. Justamente, la colección 1858 es la gama que mejor representa esa intención. Preguntamos a Lecamp sobre la importancia de 1858 y del Geosphere. “Es esencial”, dice sin dudar. “Es un concepto muy claro. [El 1858 Geosphere 0 Oxygen] está basado en Reinhold Messner y sus hazañas. Como sabes, fue el primero en escalar las 14 cumbres del planeta de más de 8 mil metros de elevación (sobre el nivel medio del mar) y lo hizo sin oxígeno. Esa fue la inspiración para hacer sin reloj sin oxígeno en su interior”
Lecamp continúa: “En particular, comenzamos con el reloj luego de tener una plática con Reinhold y después de leer todos sus libros. Entonces le dije a mi equipo: ‘hagamos un reloj que no tenga oxígeno en su interior’. Naturalmente, la primera respuesta fue un rotundo ‘no es posible. ¿Para qué? ¿Con qué objetivo?’. ¿Para qué? Para ser los primeros, así como lo hizo nuestro ‘Mark Maker’ Reinhold Messner, en consistencia con nuestra inspiración —el montañismo— y en línea con nuestro afán de innovación”.
Además de la motivación histórica y emocional que confirma Lecamp, la remoción del oxígeno del movimiento mecánico conlleva un beneficio. “Al remover el oxígeno en el movimiento, eliminas la humedad y la oxidación. Simultáneamente con ese beneficio, tenemos la conexión con Reinhold y sus escaladas sin oxígeno. Esa fue la idea. Si quieres ser exitoso en la vida, debes definir tus propias reglas y debes crecer y construir en torno a ellas”, enfatiza Laurent. “Enfócate en lo que eres y en lo que haces mejor”.
La nueva aventura polar de Simon es un nuevo episodio en las historias donde se comparte el corazón de Montblanc. Sobre ello, Lecamp nos dice: “Simon está en el mismo lugar visitado por su padre hace más de 30 años, en 1990. Ese número es el número de piezas de nuestra edición especial y limitada. Y ese año, 1990, nació Simon, quien correrá el maratón antártico, sobre hielo y nieve, con otras decenas de competidores y rodeados de una atmósfera blanquísima, fría, ventosa… nuestro territorio, territorio Montblanc. Ese es el único lugar idóneo para probar la fiabilidad y cronometría de producto muy técnico. Cuando Simon termine el maratón en aquel inhóspito ambiente, el Geosphere marcará la misma hora y funcionará igual que al momento de la salida y probaremos que es un producto único que nadie más hace”.
Las exploraciones de Messner sin duda han sido un motor de innovación para el desarrollo del 1858 Geosphere, pero la historia de Montblanc —la antigua y la reciente—, también lo es, como lo atestiguan desarrollos como el técnico reloj de buceo Iced Sea (presentado en 2022), donde, por ejemplo, debutó la carátula lacada y texturizada de color Gratté Boisé, también presente en el 1858 Geosphere 0 Oxygen antártico y limitado. Pero también está el legado histórico tradicional: una parte importante de la inspiración de Montblanc vive entre los muros de la manufactura en Villeret. Por eso, preguntamos a Laurent Lecamp sobre la manera en la que el gran acervo de la compañía, y especialmente el de Minerva, sirve para dar vida a los nuevos desarrollos del presente. ¿Cómo aprovecharlo y hacerlo una nueva realidad?
“Es el instinto”, nos responde Laurent. “Pero mi instinto se basa en la experiencia. Por ejemplo, está la carátula del Iced Sea, cuya textura única la descubrí en 2018 en los glaciares del Mont-Blanc. Cuando la vi, sabía que tenía que hacer algo con ella. Cuando llegué a Montblanc, descubrí la posibilidad y la manera de hacer una esfera con esa textura glacial. Y lo mismo pasó con el bisel estriado de Minerva. Cuando llegué a la compañía tuve la inquietud de crear un cronógrafo sin pulsadores. Leyendo documentos históricos de Minerva encontré el diseño de bisel y me dije “¡esto es!” y eso dio pie a la creación del reloj [el Unveiled Timekeeper Minerva y su calibre MB13.21 con cronógrafo sin pulsadores, activado por medio de la corona]”.
“Siempre debes poner atención a tu entorno y tener presentes tus experiencias. Si las tienes cerca y bien presentes, un día te toparás con el ‘efecto espejo’, que es algo que detone esas experiencias, conocimientos y recuerdos para crear algo nuevo. Pero siempre con humildad y compartiendo con el equipo; porque no se trata de convencer, sino de compartir.”, nos confiesa emocionado Lecamp.
Regresemos al reloj 1858 Geosphere azul de edición limitada y algunas de sus únicas peculiaridades, como la mencionada carátula azul hielo con textura gratté boisé (que significa rasguño de madera) y el grabado en 3D a láser sobre su fondo de titanio, rasgos exclusivos de la relojería de Montblanc. “Cada vez que desarrollamos algo tenemos que pensar en que sea algo que nadie más tiene. Para el grabado 3D a láser en titanio, sólo usamos esta tecnología en una vertiente: el montañismo. Y nadie más puede usar esta técnica con el mismo tema. Sólo Montblanc. Y en cuanto a las esferas Gratté Boisé, es una técnica que data del siglo XIX, creada por relojeros, y somos los únicos en emplearla hoy. Es un método en el que se aplican varias capas de laca, en un exhaustivo proceso que dura 30 días. Y la textura que ves en Iced Sea y en el 1858 Geosphere es la que encuentras en los glaciares en torno a Chamonix, específicamente el glaciar Mer du Glace en el Mont-Blanc. Nadie más ofrece esto en este nivel de relojería”, concluye el director de relojería de Montblanc.
