Jaeger-LeCoultre presenta nuevas variantes del Reverso Tribute Small Seconds

Esta temporada, Jaeger-LeCoultre continúa la evolución de la estética del Reverso Tribute Small Seconds, con carátulas satinadas en cuatro variaciones con acabados tipo rayos de sol, y correas Fagliano.

Creado en 1931, en pleno auge del movimiento artístico Art Decó, el diseño original de Reverso se regía por la Proporción Áurea. Número místico representado por la letra griega φ (Phi) y simplificado como 1,618, la Proporción Áurea está reconocida como un significante universal de belleza y armonía. En relojería, el Reverso de Jaeger-LeCoultre expresa este principio con la mayor elocuencia. Aunque se han presentado muchas variaciones de la caja del Reverso.

Reverso original, de acero (1931) con dial lacado en negro, índices plateados y agujas blancas.

Poco después de su creación en 1931, cuando el Reverso fue adoptado por los amantes del buen gusto, más allá de los campos de polo para los que fue concebido originalmente, aparecieron nuevas variantes con esferas de colores, un atrevido cambio en una época en la que las esferas blancas o plateadas eran la norma. Creando un vivo contraste con el metal de la caja, los colores añadían una nota de exuberancia a la estilizada simetría del diseño del Reverso.

CUATRO NOVEDADES JAEGER-LECOULTRE

Esta temporada, Jaeger-LeCoultre continúa la evolución de la estética del gran clásico del siglo XX, presentando el Reverso Tribute Small Seconds, con carátulas satinadas en cuatro variaciones:

En primer lugar, dentro de una caja de oro rosa recién rediseñada, una esfera negra —que rinde homenaje a las caras en color negro con las que debutó el Reverso original— crea un contraste espectacular con el metal pulido.

Enseguida tenemos un dial lacado en tono rojo burdeos que complementa la calidez del oro rosa. Una tercera nueva referencia ofrece una carátula  plateada se conjuga con el rico brillo dorado del metal. El cuarteto de novedades se cierra con una referencia en caja de acero inoxidable, que viste una carátula de opalina plateada con manecillas acabadas en níquel negro.

Las carátulas negra y rojo burdeos, en los relojes de oro rosa, se combinan con dos correas de la colección Fagliano en colores complementarios: una correa con la característica combinación de lona y becerro y la otra totalmente de becerro. El reloj de oro rosa con carátula plateada se combina con una correa de lona y becerro de Fagliano y una correa adicional de aligátor negro. El reloj en acero y esfera plateada calza una banda en lona y piel de becerro, de tonalidad negra.

UNA CAJA MÁS REFINADA

Pero los cambios en apariencia, con los metales de caja, acabados en esferas y correas, no cuentan toda la historia. Como mencionamos, las cajas mismas son una novedad, especialmente en las modalidades de oro rosa.

La caja del Reverso Tribute de oro rosa se ha revisado significativamente para este año, con una reducción de su grosor de casi 1 mm a sólo 7.56 mm para lograr un refinamiento ejemplar.

Caracterizadas por una elegancia singular, las cajas rectangulares siguen siendo relativamente raras. Desde los primeros tiempos de la relojería mecánica, las cajas redondas han sido la norma, una convención que se deriva naturalmente de que los relojes de sol sean circulares, de que las manecillas se muevan en referencia a una circunferencia y, en consecuencia, de que los mecanismos de los relojes se diseñen en forma circular.

Cuando en 1931 se concibió la idea de una caja giratoria para el primer Reverso, ésta debía ser rectilínea para poder ofrecer el sistema de abatimiento. Además, dado que el perfil de una caja rectangular sigue de cerca la curva natural de la muñeca y es, por tanto, muy ergonómica, era ideal para los jugadores de polo a los que se destinaba originalmente el diseño. Una vez establecido el diseño de la caja, la Grande Maison —como se le conoce al “relojero de los relojeros”—  llevó más allá el principio rectangular, creando movimientos moldeados específicamente para el Reverso, que siguen de cerca los contornos de su caja.

El mecanismo deslizante y giratorio del Reverso hace que su caja sea una de las más complejas de la relojería, lo que aumentó considerablemente el reto de reducir su grosor para los nuevos modelos Reverso Tribute Small Seconds. Con más de 50 componentes, de los cuales casi 40 están dedicados al mecanismo giratorio, las cajas son fabricadas y ensambladas a mano. Aunque se han presentado muchas variaciones de la caja del Reverso a lo largo de las nueve décadas transcurridas desde entonces, las proporciones originales han permanecido como ancla de la colección. Y como es la tradición Reverso, el fondo de metal macizo de la caja reversible es un lienzo ideal para la personalización. El propietario puede optar por mantener esta personalización oculta, como un placer privado, o dar la vuelta a la caja para que el fondo se convierta en el anverso del reloj.

ESFERAS BRILLANTES

Otra parte esencial de estos nuevos Reverso Tribute Small Seconds está en sus bellas carátulas con acabado tipo rayos de sol. A pesar de su delicadeza y simplificad aparentes, su proceso de fabricación es complejo y delicado.

En primer lugar, la base de la esfera se galvaniza para darle un brillo metálico y proteger el latón subyacente de la oxidación; a continuación, un fino cepillo metálico traza líneas muy finas, casi imperceptibles, en la superficie siguiendo un patrón de rayos de sol que se cruza en el centro exacto de la superficie. Esto es lo que da la característica variación de tono cuando la luz incide sobre la carátula desde diferentes ángulos. Por último, a menos que la esfera vaya a lacarse, la superficie se barniza y se pule hasta obtener un brillo suave que realza el efecto de rayos de sol sutilmente texturizados.

En el caso de las esferas de color, el lacado es un proceso complejo que requiere un alto grado de habilidad. Se aplican hasta cuatro capas de laca de color para crear la intensidad y el tono deseados, seguidas de hasta 20 capas de laca translúcida aplicada a mano, que añade profundidad visual y fija permanentemente el color. Por último, la laca se barniza con un acabado brillante y luego se pule a mano hasta alcanzar la perfección de un espejo.

Las nuevas esferas de los Reverso Tribute Small Seconds presentan todos los elementos de diseño característicos del Reverso Tribute, con las horas marcadas por índices aplicados en lugar de números, y las 12 marcadas por un índice doble. Su forma facetada evoca la forma de las manecillas estilo Dauphine y añade un elemento de profundidad visual a la superficie de la carátula. En el hemisferio inferior del dial, el contorno circular del segundero pequeño ofrece un contrapunto a la geometría lineal del marcatiempos.

UN CALIBRE A LA MEDIDA

El Reverso Tribute Small Seconds porta el movimiento mecánico de cuerda manual Calibre 822, diseñado expresamente pare el Reverso. Con 108 componentes y una forma de tonel que se adapta perfectamente a la caja rectangular, este movimiento de mecánica elegante y probada ofrece una reserva de marcha de 42 horas. Como todos los calibres Jaeger-LeCoultre, sus componentes están finamente acabados y decorados, a pesar de estar ocultos bajo el sólido fondo metálico de la caja.

LA TRADICIÓN DE CASA FAGLIANO

La colaboración de Jaeger-LeCoultre con la Casa Fagliano —nacida en la zona de Hurlingham, Buenos Aires, en 1892—  ha vuelto a conectar el Reverso con sus raíces en el mundo del polo, donde Fagliano es célebre por sus finas botas hechas a mano. Con cada Reverso Tribute Small Seconds de oro rosa se ofrece un par de correas, fabricadas según el diseño de la firma Fagliano en lona y becerro y en todo becerro, con cierren de hebilla con pasador y en colores que complementan las nuevas carátulas.