Tras su colaboración con Czapek & Cie, Collective Horology, el club de relojería con sede en California fundado en 2018 por Asher Rapkin y Gabe Reilly, vuelve con otra espectacular edición limitada. En los últimos cinco años, Collective ha producido siete ediciones limitadas divididas en dos series: “Collective”, que destaca las marcas de relojes favoritas del dúo, como Zenith e IWC, y “Portfolio”, destinada a mostrar el trabajo de relojeros independientes de alta gama como J.N. Shapiro y Armin Strom. La octava edición limitada, una colaboración con Montblanc, es interesante. Aunque Montblanc no es un relojero independiente, el reloj forma parte de la serie Portfolio, simplemente porque alberga uno de los mejores movimientos de cronógrafo del mercado.
Montblanc comenzó su incursión en la relojería en 1997 con relojes equipados con movimientos ETA. Pero fue la integración de la histórica manufactura Minerva en 2007 lo que realmente movió la aguja, dotando a Montblanc de una verdadera destreza relojera. Hoy en día, el legendario fabricante de plumas de lujo se ha establecido firmemente en el ámbito de la relojería, empleando una distintiva estrategia de fabricación multinivel que abarca relojes básicos equipados con movimientos Sellita o de producción en serie de la casa, a la vez que se adentra en la cima de la alta relojería, especialmente con movimientos de cronógrafo adaptados de los legendarios calibres de cronómetro producidos por Minerva a principios del siglo XX.
La edición Montblanc × Collective Horology 1858 Minerva Monopusher Chronograph “Blue Arrow” P.05 se basa en la versión “Red Arrow” lanzada el año pasado. El modelo “Red Arrow” se inspiraba en su reloj de piloto, con un gran contraste de pátina de imitación en los números y las escalas blancas sobre una esfera negra. Sin embargo, el P.05 “Blue Arrow” de Collective es una versión deportiva y enérgica del reloj. Aunque mantiene la misma caja de acero inoxidable con bisel estriado de oro blanco, sus nuevos colores de esfera añaden una capa de matices y deslumbramiento que subrayan el valor de estas colaboraciones orientadas al coleccionista.
Fue un cronómetro de yate Minerva ofrecido por Eric Wind, de Wind Vintage, lo que encendió su viaje creativo. Presentaba una cuenta atrás tricolor de 15 minutos sobre una esfera blanca que había envejecido hasta adquirir una pátina amarilla cremosa. Cuando vimos un cronómetro Minerva de mediados de siglo en el maletín de Eric Wind, nos cayó un rayo”, explica Gabe Reilly. No sólo la importancia histórica de Minerva era palpable y convincente, sino que la oportunidad de crear una versión más deportiva de la colección actual era tan clara como el agua. Ni que decir tiene que inmediatamente compramos el cronómetro y empezamos a trabajar en el diseño”. Posteriormente, profundizaron en la investigación de varios cronómetros Minerva para formular la paleta de colores de este reloj.
El resultado es una esfera adornada con una dinámica combinación de colores que también recuerda tangencialmente a los llamativos relojes de pulsera de regata de los años 60 y 70. Está realizada en laca blanca brillante con registros amarillos para un sutil contraste. Las agujas centrales del cronógrafo y del totalizador de minutos se han pavonado térmicamente, lo que las distingue de las agujas luminiscentes de las horas y los minutos y del segundero, que se han revestido de negro. La escala telemétrica en el borde exterior y el taquímetro en forma de caracol en el centro son de un vivo azul cielo, lo que confiere al reloj una identidad propia única. Y a lo largo de la periferia de la esfera se encuentra la “Blue Arrow” del mismo nombre, que puede accionarse bidireccionalmente mediante el bisel giratorio.
En particular, éste es uno de los únicos relojes Montblanc en los que el logotipo de Montblanc comparte su espacio con Minerva. Situado a las seis en punto de la esfera se encuentra el distintivo logotipo de Minerva con su emblemática lanza. En la actualidad, Montblanc ofrece una desconcertante variedad de cronógrafos con movimientos de distintos precios. Este emblema lo distingue inmediatamente del resto, indicando la presencia de un movimiento Minerva.
Las superficies superiores de las asas y la carrura están satinadas y separadas por un bisel pulido distintivo. Con 42 mm de diámetro, la caja se inclina innegablemente hacia el extremo más grande del espectro, pero su amplia esfera ha sido bien aprovechada, dando cabida a la flecha azul que puede utilizarse como marcador cero para controlar el tiempo transcurrido o funcionar como temporizador de cuenta atrás.
El calibre MB M13.21 en su interior es un gran movimiento de 13 agujas basado en el calibre Minerva 13.20 que se fabricó para relojes de bolsillo en la década de 1920. Visible a través del fondo de zafiro, el movimiento es un cronógrafo monopulsador de cuerda manual muy tradicional con rueda de pilares y sistema de acoplamiento horizontal. Presenta muchos detalles atractivos que lo distinguen de los cronógrafos derivados de Lemania dentro de su segmento de precio. Las palancas, por ejemplo, son esbeltas y sinuosas, con contornos intrincados que exigen un acabado a mano. Minerva, o Villeret, como se le conoce actualmente, emplea limas manuales para el anglage, en contraste con las ruedas pulidoras o las herramientas rotativas manuales que se utilizan habitualmente en otros cronógrafos de su categoría de precio, lo que le confiere un marcado aspecto artesanal.
La palanca de rearme es particularmente bella, con elegantes curvas y un agudo ángulo interno en su intersección, mientras que la palanca de freno termina con una distintiva punta de flecha, una forma que se presta a dos ángulos internos. Conocida como la “cola del diablo”, esta característica está presente en todos los movimientos Minerva y rinde homenaje al emblema de la marca en forma de punta de flecha. El puente del cronógrafo en forma de V exhibe biseles redondeados y pulidos que incorporan ángulos agudos, hacia dentro y hacia fuera, excepcionalmente pronunciados, mientras que los dientes de las ruedas expuestas de la corona y del trinquete del barrilete también han sido finamente pulidos en sus bordes.
El movimiento cuenta con un gran volante que funciona a una frecuencia tradicional de 2.5 Hz. Emplea un regulador de cuello de cisne para controlar la posición de las clavijas del regulador, que determinan la longitud activa de la espiral. El acabado del acero del cuello de cisne y de la palanca del regulador es igualmente impresionante. No sólo están pulidos en negro en sus superficies superiores, sino que también están biselados y pulidos en toda su longitud.
Evidentemente, el 1858 Minerva Monopusher Chronograph “Blue Arrow” P.05 es una vez más una edición limitada muy atractiva de Collective. Aunque se inspira en los cronómetros de principios del siglo XX, la ejecución es impactante, juvenil y totalmente única. Está limitada a sólo 30 piezas y, a pesar de ello, tiene un precio atractivo de 34,500 dólares, en comparación con otros modelos de su misma categoría que no ofrecen el mismo nivel de artesanía.
