Si está pensando que Parmigiani Fleurier no ha recibido suficiente atención, me inclinaría a discrepar con usted. Hace un par de años, bajo la dirección de Guido Terreni, se llevó a cabo una revisión completa del diseño del catálogo.
La renovación también hizo maravillas entre los periodistas relojeros. Desde entonces, Tonda PF se ha convertido en la preferida de los expertos del sector y se ha ganado el respeto de los productores de clásicos modernos más conocidos.
En muchos sentidos, Parmigiani se ha enfrentado a un problema de imagen similar al que Bulgari tuvo durante años. Se trata de una marca indudablemente elegante, que produce relojes que, gracias en gran parte a la sencillez del diseño de sus esferas y al uso seguro del espacio negativo, tienden a parecer más accesorios de moda que serios instrumentos relojeros. Pero lo que Bvlgari ha tenido y Parmigiani Fleurier no ha sido una gama que ha acaparado titulares y que, en el momento de su lanzamiento, trastornó la percepción general de la manufactura.
Parmigiani necesitaba desesperadamente su propio Octo Finissimo. Y, aunque el Tonda PF Sport no es ni mucho menos tan disruptivo (y sólo es una modificación marginal de la línea Tonda PF existente de la marca), por fin parece que Parmigiani tiene un modelo insignia en torno al cual puede construirse todo un universo de marca.
Lo más importante
La colección consta de cuatro piezas. Funcionalmente, se puede elegir entre un modelo de fecha y hora o un cronógrafo. Ambos diseños están disponibles en oro rosa o acero inoxidable. Las piezas de fecha y hora miden 41 mm de ancho y 9.8 mm de grosor, mientras que los cronógrafos miden 42 mm de ancho y 12.9 mm de alto en la muñeca. Curiosamente, aunque el cronógrafo es ligeramente más grande, parece un poco más pequeño desde la distancia debido a la caja relativamente más cuadrada y a la esfera más recargada.
El reconocible diseño de “doble asa” fluye de forma natural hacia las correas de caucho texturizado con tratamiento de Cordura, que se adaptan perfectamente a la “yacht set vibe” de estos relojes. Es una suerte que la correa esté bien elegida, ya que la fijación patentada de la asa significa que sustituirla por una alternativa no es nada sencillo.
Los cambios externos más notables respecto a la línea Tonda PF estándar se aprecian en la corona y el bisel. En primer lugar, la corona es más grande, tiene un segundo reborde donde toca la caja, y tiene un nudillage ancho y más profundo para un mejor agarre.. Vale la pena mencionar, sin embargo, que mientras que el Tonda PF Sport es resistente al agua hasta 100 metros, este es exactamente el mismo grado de resistencia al agua que el Tonda PF normal. Ambas clasificaciones son más que suficientes, por supuesto, pero desde un punto de vista narrativo, quizás me habría gustado que la línea Sport hubiera aumentado la clasificación de profundidad en este caso.
Para conseguir un aspecto más “robusto” (aunque no tanto), se ha simplificado el estriado del bisel. El bisel normal del Tonda PF tiene exactamente 225 estrías, mientras que la serie Sport tiene sólo 160 incisiones por bisel. Por supuesto, el PF Sport sigue siendo un reloj muy elegante, pero la diferencia se aprecia fácilmente.
Los calibres PF770 automático y PF070 cronógrafo, producidos por la casa con un exquisito acabado, son visibles a través de los fondos de zafiro. En particular, ambos movimientos están equipados con una masa oscilante de oro rosa de 22 quilates, una delicia en un reloj con el que se puede nadar cómodamente.
En mi opinión:
Seamos realistas: el Parmigiani Fleurier Tonda PF Sport no es revolucionario. No va a cambiar el rumbo de la relojería. En términos de importancia del diseño, ni siquiera mueve la aguja. Y, sin embargo, es glorioso. Es hermoso. Es, por fin, una idea plenamente realizada de una marca que ha estado tan cerca de la perfección durante tanto tiempo. Para mí, estos nuevos lanzamientos son la culminación de todas las buenas intenciones anteriores. Lo unen todo. Por fin, esta nueva era de Parmigiani Fleurier tiene sentido.
Esto es lo que la marca necesitaba. Es un lanzamiento que define el catálogo. La línea Tonda PF Sport ofrece alternativas muy sólidas a éxitos arrolladores como el Czapek Antarctique, el H. Moser & Cie. Streamliner, el Octo Finissimo, de Bulgari y clásicos como el Nautilus, de Patek Philippe, el Royal Oak, de Audemars Piguet y las colecciones Overseas y 222, de Vacheron Constantin. Pero lo mejor de todo es que se enfrenta a un icono de la industria de una manera que pocos relojes se han atrevido a hacer: así es, el Rolex Datejust tiene un rival legítimo de una marca que, con toda honestidad, paraliza a la Corona horológicamente hablando.
El Parmigiani Fleurier Tonda PF Sport no intenta hacer nada extraordinario. Es un asesino a sangre fría. Tiene una misión y la cumple en todos los frentes. En mi opinión, esto es exactamente lo que otras marcas deberían intentar hacer: destilar sus conocimientos, su experiencia, su carácter y su artesanía en un reloj maduro y ponible que sea todo negocio por delante y fiesta por detrás.
Todos los modelos que la marca ha lanzado desde su renacimiento estético han estado cerca de la cima de mi lista de deseos en cualquier categoría que dichos modelos ocuparan, pero nunca aterrizaron en la cima. Eso, con este lanzamiento, ha cambiado. El sentir de la industria era claro. Queremos más relojes deportivos de acero de lujo entre los que elegir. Por suerte, Parmigiani nos ha escuchado.
