Los relojes de buceo, comúnmente conocidos como divers, son una de las categorías más populares en la industria relojera mundial, y no es coincidencia, tomando en cuenta la herencia histórica de muchos modelos que la conforman. Desde marcas como Seiko y Luminox, pasando por Tudor, Omega y Rolex y hasta llegar a Patek Philippe, hay de todos sabores, colores, gustos y claro, para todos los presupuestos.
Cada año, los entusiastas de la relojería nos regocijamos esperando los nuevos divers de nuestras marcas favoritas, entramos a YouTube a ver los ‘teasers’ de los modelos que van a salir en Baselworld, navegamos los sitios de cada marca e incluso el micrositio de cada modelo, esperando enamorarnos nuevamente de una nueva máquina del tiempo que podamos incorporar a nuestra colección.
¿Por qué amamos los divers?
Claro, nos encantan los cronógrafos gracias a su capacidad exacta de medición, también nos apasionan (un poco) los relojes de vestir, puesto que en algún momento nos tendremos que poner un traje negro o un smoking para ir a una boda de la que todavía no tenemos invitación y en la que necesitaremos un cronómetro fino y elegante, probablemente de correa de piel, que vaya Ad hoc con el ‘outfit’. Pero reconocemos que cuando llega la ocasión, tenemos un diver en la muñeca… es nuestro favorito, ¡qué le vamos a hacer!
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Somos buzos de escritorio…
Dentro de este mar apasionante de biseles en acero, aluminio y cerámica, entre otros, está una verdad absoluta: el 95% de los que amamos los ‘divers’, somos buzos de escritorio; no es broma, aunque bueno, hay que reconocer que hay algo satírico en el tema.
La hermeticidad resistente a 100 metros (de acuerdo a la Organización Internacional de Normalización en el estándar ISO 6425) es lo mínimo aceptado para que un reloj de pulsera pueda ser considerado un divers o relojes de buceo, pero seamos honestos, los divers con resistencia de 100 metros no son lo nuestro. En ocasiones, mientras más resistencia tengan, más nos apasionan… ¿Cuál es la razón? Si nuestra vida marina no va a ir más allá de la “orillita” del mar o si acaso, un chapuzón en la piscina mientras estamos de vacaciones; ¡joie de vivre!
“Otro factor que nos apasiona es la historia que hay detrás del diver de nuestros sueños”
En realidad, a pesar de ser buzos de escritorio y reconocerlo con orgullo, hay otros factores que nos apasionan de estos relojes, como su diseño, siempre con índices notablemente marcados, superluminova en exceso para brillar en la obscuridad (perdón, profundidad), biseles gruesos con colores apasionantes y claro, cajas robustas y herméticas que previenen que nuestra pequeña máquina del tiempo sea vulnerable a este singular elemento vital para la vida.
Otro factor que nos apasiona es la historia que hay detrás del reloj de nuestros sueños, por ejemplo, los más de 60 años del Rolex Submariner (1953), que sin duda es un icono no solamente de la industria relojera mundial, sino del reloj de submarinismo. Además de James Cameron, no creo que muchos dueños de un Rolex Deep Sea hayan hecho uso de su reloj como una herramienta submarina a más de 10,000 pies de profundidad; y en otro orden de ideas… ¿Cuántos entusiastas del moonwatch planean usar su reloj en
gravedad cero? ¿Cuántos dueños de un Tag Heuer miden las vueltas de su auto de carreras con su mítico Autavia? La respuesta a estas preguntas, en parte, es nuestro consuelo.
¿Qué más da si nunca nos vamos a sumergir en las profundidades del océano? Somos orgullosamente buzos de escritorio, así que despreocúpense por darle un arañazo al reloj con el borde del escritorio o con la espiral de una carpeta, lo importante es estar enamorados de la manera en la que pasamos el tiempo y claro, que mejor forma de medirlo que relojes de buceo.
FERNANDO Y SUS RELOJES DE BUCEO
Finalmente, les comparto algunas de mis elecciones en esta gran y apasionante categoría…
• Rolex Submariner No Date, por ser el más purista y mítico ‘diver’.
• Omega Seamaster Diver. Es cool que sea el reloj de James Bond (quien tampoco es un ávido buzo).
• Seiko Prospex Turtle. Un diseño apasionante en un reloj que da mucho por su valor.
• Tudor Black Bay Black, por su estética retro y su versatilidad para ser usado prácticamente en cualquier ambiente (también bajo el agua).
• Oris Divers 65, por ser un fino ejemplar de los populares relojes de submarinismo de la década de los 60’s con una personalidad clara y definida.
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